Se termina de desarmar el tribunal que liberó a López
El Gobierno pareció triunfar. Consiguió dejar fuera de la Cámara Federal a los dos jueces que hace menos de un mes habían enojado al presidente Mauricio Macri por liberar a Cristóbal López en la causa en que está procesado por evadir 8000 millones de pesos en impuestos a los combustibles. Uno de ellos es el camarista Jorge Ballestero, que ayer pidió una licencia por 20 días por razones de salud, pero que es probable que al cabo de ese plazo no regrese al tribunal. El otro es su colega Eduardo Farah, quien pidió ser trasladado a otro tribunal, permiso que hoy le otorgará el Consejo de la Magistratura.
Así, desarmó un tribunal clave que tiene la llave para confirmar los procesamientos en casos de corrupción y que las causas lleguen a juicio oral, o revocarlos y dejarlas agónicas, sin posibilidad de resurrección. De este modo la Cámara Federal queda con solo dos de los seis jueces que la integran: Martín Irurzun, presidente del cuerpo que está de vacaciones hasta después del fin de semana largo, y Leopoldo Bruglia, un juez de tribunal oral federal trasladado definitivamente a ese cuerpo, con el apoyo de los consejeros del Gobierno.
Con dos integrantes el tribunal queda paralizado.
Una de las otras cuatro vacantes será ocupada en junio, probablemente por Mariano Llorens, que concursó para el cargo y cuyo pliego el Gobierno, con el apoyo del oficialismo, envió al Senado para su tratamiento. Si pasa ese filtro, lo que se descuenta, asumirá en el cuerpo. Al menos una de las otras tres vacantes puede ser ocupada de manera interina por el juez de tribunal oral federal Pablo Bertuzzi. Las otras dos vacantes las pueden ocupar interinamente entre estos cuatro jueces.
El Gobierno va a lograr así cambiar a la mayoría de los camaristas que tenía el tribunal cuando Cristina Kirchner era presidenta. Esto es así porque Cambiemos impulsó el juicio político de Eduardo Freiler, a quien el Consejo de la Magistratura destituyó por mal desempeño. El juez Horacio Cattani se jubiló, su colega Farah ahora pidió el pase y Ballestero tomó una licencia que podría convertirse en renuncia o jubilación, si es que le cierran todas las denuncias que Cambiemos impulsó en el Consejo de la Magistratura.
El final de Ballestero y Farah comenzó a delinearse el 16 de marzo pasado, cuando firmaron la excarcelación de Lázaro Báez y de su socio Fabián de Sousa en la causa en que están acusados de no pagar impuestos por 8000 millones de pesos. Hoy hay una audiencia clave en Casación...
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