La teoría de la emergencia permanente

AutorSukerman, Roberto

La teoría de la emergencia permanente

Por Roberto Sukerman

Emergencia, emergencia, esa que figura en el diccionario, no es. Nosotros vivimos en emergencia, lo cual es una paradoja, ya que si la emergencia se extiende por décadas deja de ser emergencia y se transforma en otra cosa que emergió hace mucho y llegó para quedarse. Lo cierto es que los difíciles momentos que atravesamos como sociedad son emergentes de múltiples factores que desembocan en la que seguramente es la mayor crisis política, social, económica y cultural que hemos vivido como país. Quizá justamente por vivir acostumbrados y legitimando las emergencias impuestas por los gobernantes de turno.

El Estado argentino desde antaño violó los derechos constitucionales de los ciudadanos con la excusa de la denominada emergencia. En lugar de funcionar como escudo siempre se usó como espada.

Las normas de emergencia nunca solucionaron nada porque atacan las consecuencias no las causas profundas de los problemas. Además violan los principios básicos de constitucionalidad, legalidad, excepcionalidad, temporalidad, actualidad, inminencia, proporcionalidad y no discriminación que deben tenerse en cuenta para justificar el dictado de normas de verdadera emergencia.

A nivel nacional se dictaron tantas leyes, decretos, resoluciones y circulares en materia de emergencia que compilados en decorativos tomos de grueso lomo forrado en cuero descansan en los anaqueles de los livings de escenografía de las novelas televisivas.

En la provincia de Santa Fe en la última década encontramos más de 50 leyes y decretos que regulan distintas emergencias: económica, financiera, social, previsional, asistencial, agropecuaria...

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