De la tensión, a una inesperada ilusión

La agónica y sufrida victoria sobre Boca Unidos, conjugada con los tropiezos de Central e Instituto, modificaron el clima de tensión que se había instalado en River, tras la floja demostración futbolística y las polémicas declaraciones que realizó Alejandro Domínguez. El delantero y subcapitán dejó entrever que el plantel quedó en soledad en la batalla deportiva que se libra para cumplir con el objetivo de ascender, una sutil manera de llamarle la atención a aquellos simpatizantes que hostigaron al equipo durante el encuentro con los correntinos. Las palabras, también se constituyeron en un dardo envenenado hacia los principales dirigentes del club. Aquella angustia deportiva desapareció con la derrota de Central, que le permitió a River instalarse en lo más alto de la tabla de posiciones, cuando restan apenas dos fechas para el final del campeonato de la primera B Nacional. Así, el operativo retorno quedó al alcance de la mano para la entidad de Núñez, y el festejo podría desatarse ante Patronato. Para eso, los millonarios deben lograr un mejor resultado que Instituto, que visitará a Deportivo Merlo. La tirantez por las quejas públicas hacia la conducción del club que ensayó Domínguez fueron apaciguadas con la presencia del presidente Daniel Passarella, que visitó al grupo, que se entrenó en el Monumental, junto con el vicepresidente primero Diego Turnes."Estamos solos, desde el principio lo estamos. Somos los jugadores y el cuerpo técnico, el cuerpo médico y la utilería, los mozos...", fue la frase del Chori Domínguez que causó estupor. Mediante las redes sociales, los simpatizantes recriminaron al futbolista, quien reabrió su cuenta en Twitter y estuvo hasta la madrugada contestando a los usuarios identificados con River sobre el tenor de sus dichos. Ahí, el...