Tensión y denuncias: la grave problemática que expuso el desalojo en la villa 31

El asentamiento Fuerza de Mujeres, pegado a La Containera, en la villa 31, fue desalojado en medio de un operativo; había 50 familias instaladas allí

La transformación del sector conocido como La Containera fue uno de los logros más simbólicos de la urbanización de la villa 31, porque transformó un espacio ocupado por cientos de contenedores de transporte marítimo en edificios con nuevas viviendas, un centro educativo, plazas y otros espacios públicos. Allí hoy terminó de ejecutarse una orden judicial para desactivar una toma con 50 familias del barrio . En el terreno que estaba ocupado se construirá una escuela con niveles inicial y primario.

El operativo se inició en las primeras horas de la mañana y generó un clima de tensión entre las fuerzas de seguridad y los vecinos, algunos de los cuales intentaron resistir el desalojo. Sin embargo, sobre el mediodía el predio se encontraba casi vacío, sin ocupantes ni sus pertenencias, con un alambrado perimetral y seguridad para impedir que se repita una situación de conflicto.

Norma Espinola (der.), su hija Dana y María Garzete (izq.) vivían en la toma

Antes del desalojo habían sido censadas 152 personas instaladas en el predio, pertenecientes a 52 familias. Según el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño, a todas se les ofreció hospedaje en centros de inclusión, aunque solo cinco familias aceptaron el traslado y las otras 47 regresaron a viviendas que ya tenían en el barrio. Para el gobierno de la ciudad, se trató de un operativo pacífico, sin violencia , y una toma que encontró la oposición de otros vecinos "que están de acuerdo con el plan de integración que se está llevando a cabo".

Sin embargo, algunos de los ocupantes de la toma, en su mayoría mujeres con niños, denunciaron algunos maltratos por parte de los encargados del operativo, intimidaciones y hasta incendios intencionales de las precarias casillas para acelerar el desalojo. Algunas de las mujeres que ocuparon el predio decían haber escapado de situaciones de violencia de género y no poder ingresar al sistema de alquileres que rige en la 31, con los precios en alza y ciertas limitaciones para familias numerosas.

Graciela Sosa , una de las voceras de las familias del asentamiento, denominado Fuerza de Mujeres , explicó ante los medios: "Ahora no sabemos adónde vamos a dormir con nuestros hijos. Hace más de tres meses que estamos en el asentamiento. Armamos el asentamiento porque no tenemos un lugar para vivir". La mujer...

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