Se tensa la relación entre La Cámpora y el Movimiento Evita

La pelea por una banca en un Concejo Deliberante del conurbano pone en veredas opuestas a La Cámpora y el Movimiento Evita. y las agrupaciones pujan por lograr que un representante propio sea el reemplazo de una concejala oficialista. El conflicto por ahora no tiene solución entre estos dos grupos claves del Frente de Todos, que acumulan desencuentros pero también destacan que mantienen una buena convivencia en distintos niveles de poder que comparten. Cortocircuitos en algunos frentes que se contrapesan con entendimientos es la síntesis de una dinámica que se pone a prueba a diario.Al de Tigre, se suma un encontronazo en Quilmes, donde gobierna La Cámpora, y acusaciones contra el Movimiento Evita por supuesta complicidad con las tomas de tierras. La dinámica en el Ministerio de Desarrollo Social nacional, donde ambas organizaciones tienen presencia, es otro punto de rumores, aunque desmentidos."Tenemos claro que lo más importante es la unidad del Frente de Todos. Ellos son la organización política más importante, y nosotros, el movimiento social más importante de la Argentina. En política hay matices, peleas de espacios. Tenemos diferencias en cuanto a sectores sociales: nosotros, desde los barios más humildes, y ellos, con una construcción de sectores urbanos y medios", describe Gildo Onorato, uno de los referentes del Movimiento Evita, en diálogo con la nacion. "El Evita está más cerca de La Cámpora que de los intendentes del PJ", completa.En Tigre, la pelea es por la banca que dejó Florencia Mosqueda para asumir como secretaria de Turismo municipal. Se suspendieron dos sesiones del Concejo Deliberante que iban a derivar en la jura de Francisco Rosso, de La Cámpora, primero de los reemplazos por orden de lista. El Movimiento Evita pretende que, por paridad de género, la banca la asuma una mujer de su riñón, Milca Sosa.Tras consultar a la Asesoría General de Gobierno bonaerense, el presidente del Concejo, Segundo Cernadas (Juntos por el Cambio), recibió la respuesta de que debía asumir Rosso. Un apoderado del Frente de Todos coincidió. La tensión llevó a suspender sesiones el martes y el viernes; esta última por el ingreso de militantes del Evita al recinto, y terminó en denuncia por daños y pintadas. Sosa había presentado una carta para impedir la asunción del camporista. "Con un acuerdo político entre ellos, se resolvería", subrayan cerca de Cernadas.En el contrapunto talla la disputa del oficialismo tigrense, en la que miden fuerzas...

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