Tenis en exceso

En su rica historia, el tenis ha ostentado partidos legendarios, dignos de choques entre gladiadores vestidos de pantalón corto. Desafíos extenuantes, merecedores de los mejores elogios, de las más románticas páginas en las novelas. Ayer y hoy. Con más o menos marketing. Claro que la evolución física provocó que el deporte sea cada vez más enérgico, vertiginoso, ágil, extremo. La final del Abierto de Australia que Novak Djokovic le ganó a Rafael Nadal, el domingo pasado, tras la trituradora de 5h53m, llevó al límite a los jugadores. La imagen del serbio y el español, acalambrados y al borde del desmayo,durante la premiación, hace creer aquello de que el tenis, a veces, tiene excesos y que la exigencia no reconoce límites. Los cuerpos sufren y las lesiones son más frecuentes -en el último US Open hubo récord de bajas-. A partir de la definición en Melbourne, La Nacion le propuso a distintos especialistas que analizaran los riesgos físicos y psicológicos de semejante desgaste. Y surgieron varias observaciones, como que la mente controla los trastornos musculares y que pueden generarse consecuencias graves.Miguel Khoury, médico del equipo de Copa Davis que conduce Martín Jaite y presidente de la Asociación Argentina de Traumatología del Deporte, apuntó: "El video de la premiación del Abierto de Australia, en la que Djokovic y Nadal casi se dosploman a sólo cinco minutos de haber estado corriendo, demuestra que llegado el momento, más allá de lo duro que sea, todo pasa a nivel mental. Pero es un exceso para cualquier deportista tener seis horas de competencia. Jugar partidos tan largos no es natural, no es saludable. Y en algún momento lo pagan. Los jugadores acumulan un estrés mecánico enorme que acrecienta el riesgo de fracturas precisamente por ese estrés. Los cartílagos pierden agua y se predisponen a lesiones meniscales".Desde Córdoba, donde se encuentra trabajando el físico de David Nalbandian, el profe Claudio Galasso no dudó: "La vida útil del tenista es cada vez más corta". Y explicó, en detalle: "Hay que hacer un análisis sectorizado de la situación. Primero, el sistema nervioso, el cablerío . Tras una batalla así, el cerebro queda con un nivel de estrés importantísimo. Pueden pasar una, dos y hasta tres semanas de vacío interno. Los jugadores que protagonizan esos partidos son incapaces de relajarse, no terminan de descansar. Después, viene la parte central, es decir el sistema cardiovascular, circulatorio y respiratorio. En ese aspecto, quedan...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR