La tempestad: una ventisca apurada que no le sienta bien a Shakespeare

La tempestad / Dramaturgia: William Shakespeare / Traducción: Marcelo Cohen, Graciela Speranza / Intérpretes: Osqui Guzmán, Iván Moschner, Alexia Moyano, Gustavo Pardi, Martín Slipak, Malena Solda, Marcelo Xicarts / Música: Rony Keselman / Interpretación musical: Belén Echevesete / Vestuario Mini Zuccheri / Escenografía: Jorge Ferrari / Iluminación: Eli Sirlin / Movimiento: Abigail Kessel / Dirección: Penny Cherns / Teatro: San Martín / Duración: 120 minutos

En su fantástico El bululú, Osqui Guzmán destaca la importancia de cuidar los detalles y el tiempo indispensable para la buena terminación de los trajes. A partir de allí, traza una analogía con la labor artística. En la función de preestreno de La tempestad, mientras interpreta a Próspero, duque de Milán, un botón le salta del vestuario y cae al suelo. El público lo ve, el actor lo sabe y resuelve, sin salirse del personaje. Agrega una línea al texto de Shakespeare, dice a Ariel (Malena Solda), su subordinado, dos palabras: "El botón". Cruzan una mirada inteligente, Ariel se lleva el botón y el público ríe por el momento inesperado, por esa magnífica aparición en la que un actor resuelve un problema real, con el cuerpo y en presente. Fue, quizás, el instante más logrado de la puesta.

La tempestad, considerada la última obra que Shakespeare escribió en solitario, sucede en una isla. Agua y tierra son, también, los elementos de Calibán, uno de sus personajes más recordados al que le bastaron poco más de un centenar de versos para ser tomado como bandera o como peligro por intelectuales y artistas que vieron en él una metáfora vívida de la situación de los pueblos conquistados.

Ariel, por su parte, es un espíritu de aire y fuego. Ninguno de estos elementos está en escena en esta versión. La escenografía es aséptica, una serie de paneles que forman pequeñas rampas, un espacio geométrico. Por esas rampas deambulan los actores que quieren llenar con movimientos arbitrarios la falta de acción dramática, que acompañan sus parlamentos con ampulosos gestos.

El conflicto, la conocida historia del mago que...