El temor al regreso del populismo

Los empresarios entienden la realidad con la ley de la oferta y la demanda en la mano: ¿por qué deberían invertir ahora, deducen, si gran parte de las empresas grandes y medianas (ni hablar de las pequeñas) tiene ociosa entre el 40 y el 50 por ciento de su capacidad de producción? Sin embargo, el temor al regreso del populismo es fácilmente perceptible en todos ellos, incluidos funcionarios con concepciones distintas y empresarios de diferente porte. Conclusión: el populismo no está muerto.

La directa y, por momentos, osada apelación de Macri al compromiso empresario en una cumbre de hombres de negocios no fue un reclamo de adhesión personal. Los empresarios, para hacer una arbitraria síntesis del pedido presidencial, deben "romperse el traste" para alejar al populismo de cualquier horizonte cercano. Estaba refiriéndose a una información que circula entre funcionarios y políticos: una parte del empresariado está demorando sus inversiones a la espera de lo que sucederá en las elecciones del año próximo. Es cierto que los empresarios conocieron de cerca las agresiones y arbitrariedades del populismo y que, en parte por eso, decidieron "ver y esperar" hasta establecer cómo será el futuro proceso político. La lógica de Macri es otra: porque conocieron lo que conocieron deben apostar a un modelo (no necesariamente el suyo) que aparte al país de la sombra de cualquier populismo. Aunque, claro está, deben empezar por consolidar lo que hay, que es, obviamente, el gobierno de Macri.

A primera vista, puede parecer contradictorio que en ese debate se haya incorporado la discusión por el bono de fin de año, que cualquier economista ortodoxo colocaría entre las recetas del populismo. El Gobierno tiene dos propósitos con el acuerdo sobre ese bono, que altas fuentes oficiales calificaron de "histórico". "¿Alguien se imaginó hace 10 meses que conseguiríamos ese acuerdo en medio de un año en recesión y con mayoría opositora en el Congreso?", se pavonea un funcionario.

El primer propósito es empezar a tirar agua en el fuego anunciado de diciembre. Diciembre es el mes de las sublevaciones sociales, presuntas o reales, desde hace 15 años. Esta vez hay un gobierno no peronista, que es cuando lo presunto suele hacerse real. Las amenazas, por lo tanto, no corresponden sólo a la paranoia del oficialismo. De hecho, hasta el líder de Barrios de Pie, Daniel Menéndez, denunció la complicidad de comisarios corruptos con el narcomenudeo para espolear asaltos a los...

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