Temer apuesta todo a que se apruebe una reforma clave

RÍO DE JANEIRO.- Después de superar los obstáculos presentados por el ahora opositor Partido de los Trabajadores (PT), el presidente de Brasil, Michel Temer, confiaba anoche en que la Cámara de Diputados aprobase una enmienda constitucional para congelar los gastos públicos por 20 años, una decisión que el nuevo gobierno considera esencial para empezar a recuperar la debilitada economía.

"Esta modificación es crucial para el país. Creemos que es perfectamente posible que se apruebe. Ni siquiera vamos a pensar en un plan B", reconoció a la prensa Temer, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que empeñó todo su capital político personal en la aprobación de esta reforma.

Por la enmienda constitucional, que aún requerirá de otra votación en la Cámara -probablemente esta misma semana- y de dos en el Senado -la próxima semana, como muy pronto-, se establecerá por 20 años un "techo" a los gastos públicos que sólo podrá ajustarse de acuerdo con la tasa de inflación del año anterior. La oposición, liderada por el PT de la destituida presidenta Dilma Rousseff, alega que la iniciativa supondrá recortes para la salud y la educación, por eso buscó interponer ayer mismo una cautelar ante el Supremo Tribunal Federal (STF), que fue rechazada por la corte.

Según el STF, el equilibrio fiscal es uno de los principales "fundamentos de las economías saludables", aunque reconoció el proyecto "representa un riesgo para los sectores más vulnerables. De todas formas, afirmó que la cuestión es más política que constitucional y que el tema no debe ser judicializado.

La medida de ajuste ha sido apoyada por los mercados así como por el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuya titular, Christine Lagarde, apuntó que ayudará a reforzar la credibilidad mundial en las políticas macroeconómicas de la administración Temer.

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