Temer acelera el ajuste y apuesta por las reformas

BRASILIA.- Nuevos rumbos en Brasil. No habían pasado ayer ni siquiera 24 horas desde que la presidenta Dilma Rousseff había sido apartada de su cargo para enfrentar un juicio político cuando el gobierno interino de Michel Temer se puso en marcha con el objetivo de recuperar la deteriorada economía.

Ese esfuerzo, advirtieron el presidente interino y su gabinete, demandará duras medidas de austeridad, reformas radicales y sacrificios entre los brasileños. "Creo que la sociedad brasileña es lo suficientemente madura como para saber aceptar medidas de ajuste importantes. Lo que sí está claro es que no podemos seguir como hasta ahora", afirmó el flamante ministro de Economía, Henrique Meirelles, el primero de los integrantes del gabinete de Temer que ya desde las primeras horas de la mañana trazó los line-amientos de lo que se vendrá.

"El país está aguardando un cambio en el itinerario de la economía. Existe una demanda de la sociedad de una revisión en la trayectoria de la economía, del empleo y de la renta", resumió.

Prestigioso economista, ex presidente del Banco Central durante la administración de Lula da Silva y ex CEO global del BankBoston, Meirelles dijo que, para fijar metas "realistas" con las cuales transmitir confianza a la población y a los inversores nacionales y extranjeros, antes es preciso tener claridad sobre el estado de las cuentas públicas que dejó Dilma.

Anteayer, el Senado suspendió a Dilma por hasta 180 días mientras se lleva adelante el proceso de impeachment en su contra por justamente haber maquillado la contabilidad oficial, con el supuesto objetivo de esconder el déficit y garantizarse la reelección en 2014.

"Soy el primero en querer saber cuánto tiempo nos llevará saber cuál es la real dimensión del problema. Eso es algo que me preocupa. Pero estamos preparados para tomar medidas duras y decir a la población brasileña la verdad", señaló Meirelles en una conferencia de prensa en el Ministerio de Economía.

El funcionario explicó que la prioridad de su gestión ahora es controlar el gasto público, alcanzar un equilibrio fiscal y estabilizar el crecimiento de la deuda, que calificó como "insostenible". El último año, el déficit fiscal llegó al 9,7% del PBI, y la deuda pública fue del 38,9% del PBI, de acuerdo con los datos oficiales más recientes.

Meirelles apuntó que se estudia poner un techo a los gastos públicos, que a través de un proceso de negociación en el Congreso se buscará una reforma del sistema de...

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