Un tema central: la seguridad para 600.000 espectadores

MELBOURNE.- Un espectáculo como el Abierto de Australia, capaz de convocar a más de 600.000 personas a lo largo de dos semanas, es un posible objetivo de ataques terroristas. Y en este contexto, las autoridades dispusieron fuertes medidas de seguridad alrededor y dentro del Melbourne Park. Las fuerzas de seguridad intensificaron la alerta después de los ataques terroristas ocurridos en París el año pasado, y también en Sydney, donde un joven iraní murió en octubre pasado en un ataque a una comisaría y otros dos jóvenes fueron detenidos en el suburbio de Fairfield, acusados de pertenecer a Estado Islámico (EI) luego de un allanamiento en el que se les encontraron armas y elementos vinculados con esta agrupación terrorista. Australia pasó a ser un objetivo del extremismo islámico a partir de la decisión de enviar 600 soldados a la ofensiva contra EI en Oriente.

El director del Abierto de Australia, Craig Tiley, destacó que la policía y las autoridades de seguridad del estado de Victoria, sede del torneo, se comprometieron a hacer todo lo posible para garantizar la seguridad. "Diría que no hay razones para preocuparse. Se están tomando todas las precauciones necesarias. No hablamos públicamente sobre las acciones que se realizan, pero con la combinación de la policía de Victoria, la policía federal y la seguridad privada que contratamos, consideramos que tenemos lo mejor."

"Cuando el gobierno federal nos planteó el nivel de amenaza en el que estábamos, nos involucramos en varias reuniones para encontrar soluciones, y depositamos mucha confianza en las fuerzas de seguridad", amplió Tiley. "Tenemos un torneo muy seguro -agregó-. Lo hemos demostrado en el pasado y vamos a seguir haciéndolo, la seguridad y el bienestar de nuestros espectadores es nuestra prioridad."

El superintendente de la policía de Victoria, Peter O'Neill, aceptó que iba a haber una mayor presencia policial y remarcó que su fuerza trabajó de manera estrecha con la federación de tenis -Tennis Australia- y con los directivos del Melbourne Park -que es propiedad del estado de Victoria- para garantizar la seguridad de los asistentes al Abierto. El último antecedente de disturbios es fresco: en la final del Open del año pasado, dos personas fueron detenidas al interrumpir brevemente el encuentro entre Novak Djokovic y Andy Murray en las tribunas del Rod Laver Arena, con banderas de protesta contra el gobierno local por los derechos de los refugiados.

El Melbourne Park cuenta con...

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