Teatro Colón 2018: llega una temporada con grandes nombres

El anuncio oficial de la temporada 2018 del , ayer al mediodía, se hizo no sólo en el Salón Dorado, como era habitual, sino además al aire libre, al sol de la Plaza Lavalle. Es como si, después de la accidentada temporada 2017, la próxima hubiera querido nacer, ya desde su presentación, de otra manera, aun arriesgándose a la extravagancia. Hubo una inusual presencia de funcionarios públicos: el jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; los responsables de Cultura de Nación y Ciudad, Pablo Avelluto y Ángel Mahler, y el ministro del Sistema de Medios, Hernán Lombardi, que se explica porque el año próximo el Colón unirá fuerzas con el CCK durante el Festival Barenboim.

No fue la única curiosidad. La otra es el primer título de la temporada lírica, que subirá a escena el 13 de marzo: Tres hermanas, la ópera de 1998 del compositor Péter Eötvös que había quedado postergada en 2017. Es una curiosidad, cierto, pero una curiosidad bastante saludable, que el Teatro Colón inaugure su temporada con un título contemporáneo.

Según Enrique Arturo Diemecke, director artístico y de programación, varias razones explican esta decisión. "Una es que ya teníamos adelantado el trabajo de Tres hermanas. Pero también nos interesó el hito de que una casa de ópera de nivel mundial empiece con un título así. Siempre se elige algo bombástico para llamar la atención. Pero creo que nosotros estamos llamando la atención sobre el hecho de que entramos en una nueva era, una era en la que tengamos un equilibrio de todo lo que existe en la gama musical. Lo mismo vale para el ballet [ver aparte] y la música sinfónica".

El resto de la programación de la temporada lírica parece regirse también por esa misma pretensión de equilibrio. Serán en total 8 títulos, que ascienden a 11, si se computa la ópera de cámara. Después de Tres hermanas llegará, en mayo, La italiana en Argel, de Rossini, en una nueva producción del teatro. También en mayo será el turno de Aida, de Verdi, que subirá en una puesta de Roberto Oswald, con reposición de Aníbal Lápiz. Daniel Barenboim dirigirá por primera vez una ópera completa en el Colón. Será en julio con Tristán e Isolda, de Richard Wagner, en la memorable puesta de Harry Kupfer, y Peter Seiffert y Anja Kampe en los papeles principales.

Habrá entonces un salto enorme, en un mes, de Wagner a Debussy, aunque no tan grande si le creemos al compositor francés cuando decía que, en cuanto se distraía un poco en la escritura, se le aparecía...

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