Tartagal I. Los hechos . Increíble pero real

AutorNorma H. Rozadas.

¿Qué habrán sentido hoy en Tartagal, después del desastre que han sufrido, aquellos niños y hombres que estuvieron en la inauguración del ciclo lectivo de 1996, en el que el Presidente de los argentinos, con gran alegría, “anunció que Argentina contará con vuelos de pasajeros al espacio para viajar «en una hora y media a Japón, Corea, y por supuesto a otro planeta el día en que se detecte que allí hay vida”, o cuando se anunció recientemente la llegada del “Tren Bala” a Rosario y Córdoba.?

Tartagal una ciudad paupérrima, desarrollada sobre un relieve de llanuras por un lado y de las primeras estribaciones de las sierras subandinas, con alturas que alcanzan los 1200 metros sobre el nivel del mar, y con suelos de textura arcillosa arenosa y arena pura y de color pardo rojizo. Tiene un solo río, el Tartagal con los arroyos de Cuña Muerta y Zanja Honda.

Rodeada bajo una vegetación selvática: “selva tucumano-oranense”, rica en roble, cebil, lapacho, pacará, quebracho, cedro, palo santo, palo amarillo y quina. Todas maderas de alta calidad.

En el último período de 1923 el tren llego hasta la banda sur del río Tartagal, y años más tarde comienza la construcción del puente metálico, lo que da impulso a los visionarios industriales de la madera a instalar aserraderos que pulularon rápidamente. Luego en la década del 20 comienza la búsqueda de petróleo, con un importante desarrollo para la región.

Tierra de pobladores indígenas mezclados con gringos que vinieron a trabajar de la mano de empresas privadas.

El Diario Clarín ya anunciaba en setiembre de 2007, en el artículo de Gisele Sousa Días: “El...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR