Tareas de cuidado y perspectiva de género

• Autor: Jorge J. Sappia, Rosalía A. Pécora
• Páginas: 57-80

CAPÍTULO VII

TAREAS DE CUIDADO Y PERSPECTIVA DE GÉNERO

Tal como lo sostiene ESCOBAR40, el trabajo de cuidados no re-

munerado es aquel que permite que las personas se alimenten,

vean sus necesidades de cuidados satisfechas, cuenten con un

espacio en condiciones de habitabilidad, reproduzcan en gene-

ral sus actividades cotidianas y puedan participar en el merca-

do laboral, estudiar o disfrutar del ocio, entre otras.

Esta norma debe considerarse engarzada con el conjunto de

los instrumentos de derecho interno y supranacional referidos

a la temática. En el orden nacional, la ley 26.485 (2009, actuali-

zada por Ley N° 27.501 y Ley N° 27.533 de 2019) de protección

integral de las mujeres para prevenir, sancionar y erradicar la

violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen

sus relaciones interpersonales. Estas normas, fueron comple-

mentadas por la llamada Ley Micaela N° 27.499, que establece

la capacitación obligatoria en la temática de género y violencia

contra las mujeres para todas las personas que se desempeñen

en la función pública en todos sus niveles y jerarquías en los

poderes ejecutivo, legislativo y judicial de la Nación.

A ellas deben sumarse las normas tuitivas relativas a la pro-

tección de la infancia y la adolescencia, la discapacidad y los

adultos mayores.

40 ESCOBAR, Javier, en GODOY LEMOS, Sebastián- SALAS, Ana María, “Régimen legal

del contrato de teletrabajo,ob. cit., p. 107.

58 ROSALÍA A. PÉCORA

En el orden internacional, la Convención para la Elimina-

ción de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer,

CEDAW por sus siglas en inglés (1979) aprobada por Ley N°

23.179, y el Protocolo Facultativo de la CEDAW (2006) aproba-

do por Ley N° 26.171. La Convención Interamericana para Pre-

venir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, “Con-

vención de Belém do Pará” (1994) aprobada por Ley N° 24.632;

Principios sobre la aplicación de la legislación internacional

de derechos humanos con relación a la orientación sexual y la

identidad de género, “Principios de Yogyakarta”, (2007); Con-

vención sobre los Derechos del Niño (1989), aprobada por Ley

N° 23.849.

Por último, El Convenio OIT N° 190 y la Recomendación

N° 206 sobre la eliminación de la violencia y el acoso fueron

adoptados en junio de 2019, en el marco de la 108º Conferen-

cia Internacional del Trabajo. El convenio fue aprobado por

ley interna N° 27.580 y el 23 de febrero del 2021, el Gobierno

de Argentina depositó el instrumento de ratificación ante la

OIT, lo que convierte a nuestro país en uno de los seis Estados

del mundo que han ratificado esta norma internacional. Los paí-

ses han consensuado en la necesidad de abordar la correspon-

sabilidad del Estado, sindicatos y organizaciones empleadoras

en la erradicación y eliminación de la violencia laboral, quienes

deben ser actores de cambio y de transformación cultural, que

es colectiva. Es la primera vez que el concepto de trabajo de-

cente se asocia a espacios de trabajo libres de violencia.

El Convenio 190 de la OIT exhibe una definición y un enfo-

que de la violencia laboral innovadores, ya que centra el abor-

daje en la subjetividad de la víctima y tiene en cuenta que la

violencia y el acoso laboral afectan de manera desproporciona-

da a mujeres y grupos en situación de vulnerabilidad. Por últi-

mo, incluye el concepto de discriminación en materia de em-

pleo y ocupación como una violencia indirecta que también

debe ser prevenida y erradicada del mundo laboral. Este con-

venio invita a la transformación cultural y al cambio de com-

portamiento. En vez de castigar, se enfoca en la promoción de

acciones para prevenir las situaciones de violencia.

Hechas estas aclaraciones normativas previas diremos que

el art. 6º consagra una protección especial al trabajador o tra-

bajadora a cargo de las tareas de cuidado, debidamente acredi-