El empleo, también detrás de las protestas masivas en Brasil

Una situación frágil en materia de empleo, pero con índices bajos de desempleo, hermana a Brasil y la Argentina. En el país del norte, el índice de desocupación fue de 5,5% en 2012 –en 2003 era de 12,3%–, mientras que en estas latitudes fue del 7,2% en 2012 y 14,3 hace diez años."Brasil es una economía con un crecimiento bajo en los últimos 20 años", dice Juan Luis Bour, economista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL). Su crecimiento promedio en ese período fue 3,14 por ciento. "Es insuficiente para una economía emergente. Hay enormes expectativas con una realidad mediocre", agrega. Se suman diez años de déficit fiscal y una inflación cercana al 6% anual en el mismo período. "Además tiene un gasto público muy elevado, que ronda el 38% del PBI".Sin embargo, Brasil tiene un enorme capital a su favor llamado confianza que, hasta ahora, le juega a favor. Miguel Carugati, director ejecutivo de PageGroup, consultora internacional que también tiene sede en Brasil, analiza: "Desde 1994, cuando se creó el real, Brasil logró controlar la inflación (aunque hoy, con el 6%, está provocando algunos problemas). El ex presidente Fernando Henrique Cardoso, que había asumido su cargo en 1995, redujo la deuda y logró revertir con políticas de estabilidad la desconfianza del mercado hacia Brasil. A partir de 2003, el entonces presidente Lula da Silva mantuvo la estructura económica e introdujo el asistencialismo a la clase más pobre. Con una política de continuidad en materia económica, 40 millones de personas lograron un ascenso social. El resultado: más confianza".Como consecuencia empiezan a aparecer los start ups de multinacionales en la región. "Hoy, el 60 o 70% de las multinacionales en la Argentina le reportan a Brasil", dice Carugati.Sin embargo, a mediados de junio, cuando un hecho que parecía simple –el pretendido aumento de 3 a 3,2 reales del transporte público desató una protesta que se volcó a las calles de manera masiva– se pudo ver el mar de fondo de la situación, que en parte está relacionada con el empleo. La clase media, entendida como las familias que viven con más de 10 dólares diarios, pasó de 19,6% en 1992 al 46,6 % de la población total en 2012. Pero según Bour, "la población en ascenso está apenas unos dólares por encima de la linea de pobreza, por eso un aumento del costo del transporte público, sumado a la inflación, afecta su salario real. Además, el salario mínimo es más bajo que el argentino (326 dólares en...

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