Talento argentino, la exportación que no pasa por la Aduana: los servicios del conocimiento ganan terreno en la economía

La petrolera ExxonMobil es la mayor compañía privada dedicada al negocio del oro negro a nivel planetario, algo bien sabido en todo el mundo. Menos difundido es, sin embargo, que este emporio de casi 80.000 empleados y ganancias que el año pasado alcanzó los US$ 16.200 millones liquida los sueldos desde sus oficinas en Puerto Madero, donde conviven empleados argentinos en un espacio en el que se habla casi una decena de idiomas.

La empresa CH2M tiene un nombre más difícil de recordar, algo que no le impidió vender proyectos de ingeniería sofisticada, como el diseño de centrales térmicas de ciclo combinado a los Estados Unidos luego de la experiencia que hizo en la Argentina. Los planos se hicieron en sus oficinas porteñas de Barracas.

Hay más ejemplos en otras industrias. La productora local de Ted Turner le vende contenidos audiovisuales a sus filiales latinoamericanas, al igual que Telefé y la compañía de Juan José Campanella, mientras que el JP Morgan tiene su backoffice en el país. Por su parte, el Citibank concentra el respaldo tecnológico de sus operaciones globales en estas tierras, y American Express le da soporte desde la Argentina a sus operaciones en la Europa no británica.

Son todos casos de un fenómeno relacionado con la venta al exterior de una producción derivada de la materia gris argentina, que el año pasado facturó US$ 6500 millones, pese a que sus productos no salen por la Aduana, sino de manera electrónica. El número le valió a los Servicios Basados en el Conocimiento (SBC), como se los denomina, alcanzar el bronce entre los mayores complejos exportadores del país, detrás de los granos y de la industria automotriz, pero antes que otras actividades tradicionalmente neurálgicas de la economía doméstica, como la carne y el petróleo. Con un dato adicional que realza ese trabajo: pocas veces como en 2015 al país le costó tanto ingresar divisas.

Con esos pergaminos, una comitiva de más de 20 ejecutivos de primera línea se instaló hace menos de 10 días en Manhattan, en el centro de Nueva York, donde mantuvo encuentros con inversores y ejecutivos locales.

Estuvieron acompañados por funcionarios enviados expresamente por el presidente Mauricio Macri. Entre ellos, la canciller Susana Malcorra, el embajador Martín Lousteau (fue uno de los anfitriones) y el jefe de asesores de Presidencia, José Torello. La comitiva oficial también contó con el subsecretario de Servicios Tecnológicos y Productivos, Carlos Pallotti, y con Andy Freire...

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