Tabárez, otro símbolo de la garra charrúa

MENDOZA (De nuestros enviados especiales).- "Estoy aquí, trabajando y hablando con ustedes, que no se infle ninguna bola". Fue terminante Oscar Tabárez. El entrenador citó a un grupo de periodistas uruguayos y los enfrentó sin muchas vueltas: "No tengo el síndrome de Guillain-Barré, lo que tengo es una neuropatía crónica". A los 69 años, el deterioro físico llamó la atención de los medios primero, de los hinchas uruguayos luego, y en definitiva de muchos argentinos que tienen incorporado al Maestro en su radar futbolero. ¿Qué le pasa al entrenador rioplatense? La pregunta se multiplicó y las imágenes del hombre que condujo a Boca al título en 1992 dieron vueltas al mundo.

El tema se hizo más visible: comenzó a desplazarse en un carrito eléctrico y a caminar con muchas dificultades apoyado en dos bastones. Algunos medios publicaron erróneramente que padecía el síndrome de Guillain-Barré. De ahí el enojo de Tabárez, que prefiere no hablar del tema. Los médicos que lo trataron insistieron en que no hay ningún riesgo en que el DT trabaje con intensidad. En el complejo Celeste de Canelones, en las afueras de Montevideo, donde se entrenaron los charrúas hasta viajar a esta ciudad y alojarse anoche en el Park Hyatt, ya nadie se sorprende cuando ve a Tabárez recorriendo el predio de su carrito eléctrico.

¿Qué es la neuropatía crónica? "La neuropatía afecta a los nervios periféricos. Hay dos tipos de neuropatía, la aguda y la crónica. La neuropatía aguda es conocida como Guillain Barré, es desmielinizante, y afecta nervios; por lo general, en un plazo de dos semanas el paciente podría perder la movilidad y luego ir recuperándola con el correr de los días. La neuropatía crónica, conocida como C.I.D.P, tiene tiempos mucho más prolongados de recuperación", le explicó a LA NACION la doctora Eugenia Conti, neuróloga del Hospital de Clínicas.

En la última Copa América, en junio de este año, el Maestro ya no se podía parar del...