Susana, de carne y hueso

"Es acá, aunque no lo creas es acá", se dijo a sí mismo este cronista al llegar a una esquina de muchos metros cuadrados con una gran pared negra que protege una mansión al estilo de los Carrington. Timbre, "Pase usted", jardín, la lápida que recuerda al fiel Jazmín y una amable empleada que invita a un café en el porche de la propiedad de la diva argentina. Todo lo que usted se imagine que podría tener la mansión de Susana Giménez allí está. Gran escalera que podría bajar Dolly cantando con docenas de mozos que le dicen "Hello"; mobiliario exclusivo, carísimo, antigüedades, recuerdos de múltiples viajes, animal print y mucha luz. Es decir, el ámbito en el que uno puede imaginar a una Susana que te recibe con una sonrisa franca y casi tímida, con poco maquillaje, pero impecable, linda. Allí, en su hábitat, es donde ella plantea hablar de su regreso al teatro. Un retorno que se hizo esperar 24 años.

El jueves, a las 20, volverá a pisar el escenario del Lola Membrives para protagonizar Piel de Judas, una comedia escrita por Pierre Barillet y Jean-Pierre Grédy. Si se pregunta demasiado sobre su argumento, ella se apresura en frustrar ese intento, aunque con la simpatía Susana: "Ay, no puedo contarte. Es una mina que tiene un marido mujeriego, un personaje que va a hacer reír muchísimo. Bah, no solamente yo, sino todos. Además, la obra también tiene sus partecitas un poco melancólicas, que están buenas para que yo me luzca un poco como actriz. Ya vas a ver cuando la veas".

"Creo que la gente necesita reírse -explica Susana-. Los teatros que mejor funcionan son los que te hacen matar de risa", anticipa.

Piel de Judas se estrenó por primera vez en Buenos Aires en 1977, en el teatro Avenida. Sus protagonistas fueron Ana María Campoy y Pepe Cibrián, quien además dirigía la puesta (en 1986 hubo una segunda versión también integrada por el matrimonio Campoy-Cibrián). Por aquel entonces, ambos querían que el personaje de la amante lo realizara Susana Giménez, pero ella ya había firmado un contrato con Héctor Ricardo García para ser la vedette del Astros con Alberto Olmedo y Jorge Porcel, por lo que el personaje fue interpretado finalmente por Erika Wallner. "Es una gran comedia y tengo un papel con muchos matices. Lo importante es que la gente lo pase bien y que se ría. Es un homenaje que le hago al público, porque me ven desde hace tanto tiempo por televisión y hace mucho que no me ven personalmente. Pensé que era hora de mostrarme", se planta.

El teatro a Susana Giménez siempre le trajo suerte. Es decir, siempre le fue bien. Bueno, casi siempre. Veamos. En 1971 fue su debut, con un protagónico junto a Rodolfo Bebán y Ana María Campoy en Las mariposas son libres. Era una reciente "revelación" televisiva y todos apuntaban a destrozarla. Pero demostró...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR