Un 'superministro' rodeado de kryptonita

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Sólo una errónea lectura de la realidad política avala a quienes suponen un empoderamiento del ministro Martín Guzmán tras haber forzado el traspaso a su órbita de la Secretaría de Comercio Interior, la renuncia del kirchnerista Roberto Feletti y el inmediato reemplazo por un hombre de su confianza como Guillermo Hang. También a los infaltables colocadores de etiquetas, que van más allá y dicen que hasta podría convertirse en un virtual superministro de Economía -o, al menos, de Hacienda y Finanzas- para coordinar a las demás áreas y mantener a flote el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

Si Guzmán fuera un Superman ministerial, estaría rodeado de montículos de kryptonita . Su debilidad surge de otro elemento con letra K: el explícito rechazo del kirchnerismo a la decepcionante gestión económica de Alberto Fernández, que deja al Presidente y a su ministro sin apoyo político dentro del Frente de Todos. Ambos quedan abandonados a su suerte frente al aumento de la inflación, la pobreza y la escasez de reservas del Banco Central e imposibilitados de mejorar las expectativas y mucho menos de generar confianza.

La táctica de echar culpas ajenas sin hacerse responsable de nada es parte del ADN de Cristina Kirchner, aunque en este caso se trate del Gobierno creado por ella misma y del que sigue formando parte junto con los funcionarios de La Cámpora y el Instituto Patria designados a dedo en las principales "cajas" del Estado. Pero en las últimas semanas incorporó la variante de dejar hacer ahora, para pasar las facturas más adelante. Una prueba fue la notoria ausencia de tropa propia (el secretario de Energía y los interventores en los entes reguladores) en las audiencias públicas por los precios mayoristas de la electricidad y el gas, así como la segmentación de los subsidios. Otra la renuncia de Feletti, quien se convirtió hasta ahora en el único funcionario K en dejar su cargo por sus públicas discrepancias con la política macroeconómica de Guzmán y su negativa a subir las retenciones a las exportaciones agropecuarias.

Aun así, el propio Alberto Fernández hizo esta semana su aporte a la desconfianza y la confusión general al elogiar la gestión del ahora exsecretario de Comercio Interior, pocos días después del sainete radial donde endosó a la oposición la imposibilidad de aumentar los derechos de exportación que recibió la inmediata desmentida del ministro Julián Domínguez.

Los errores (horrores) no forzados del Presidente Fernández...

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