A la Superliga se le acaba el tiempo para concretarse

Los dirigentes del fútbol argentino juegan con el tiempo y con la urgencia de sus problemas. No hubo consenso para continuar con la Asamblea de la AFA que debe aprobar (o no) la Superliga, por lo que se decidió pasar a un nuevo cuarto intermedio (el segundo) hasta mañana, a las 16, en el predio Julio Humberto Grondona, de Ezeiza. En el medio, los abogados de River, Boca y San Lorenzo que redactan el estatuto de la nueva estructura deberán presentarlo en la Inspección General de Justicia (IGJ). Allí tendrá que quedar estipulado el monto que le corresponderá a la B Nacional y, también, cómo será la representatividad de la segunda categoría en la comisión directiva que decidirá el destino de la Superliga.

Si todo eso se cumple, una cena en la sede del sindicato de Camioneros convocada para las 19 de hoy tendría como corolario el acuerdo, que un día después deberá ser refrendado en Ezeiza. Aprobar la Superliga es la clave para que el Gobierno acepte aumentar los fondos que le gira a la AFA por el programa Fútbol Para Todos. Si la Asamblea consigue el consenso, la Secretaría General de la Presidencia está dispuesta a estirarse hasta los $ 2500 millones por los próximos 12 meses.

El día fue tan inestable como el estado de las negociaciones por la Superliga. Al mediodía, la B Nacional compartió un asado en un restaurante, a pocos metros del predio de Ezeiza. Allí se llegó a una conclusión: no apoyar la Superliga en las condiciones económicas que les habían planteado Daniel Angelici y Matías Ahumada (presidente y tesorero de Boca, respectivamente). El borrador del reparto del dinero establecía que los clubes de la segunda categoría recibirían $1.050.000 por mes, prácticamente lo mismo que cobran ahora. Y, además, su representatividad en la comisión directiva de la Superliga quedaba reducida a la mínima expresión. O sea: todas las decisiones de la...