Súper TC2000: el callejero de Santa Fe, la fiesta del sol y la luna

S ANTA FE.- Es el gran clásico que mantiene el Súper TC2000. Una fecha especial, única. No sólo por las características de un trazado que deportivamente ofrece variedades distintivas, tanto en la conducción de los pilotos como en la puesta a punto de las máquinas. El Callejero se vive como la gran fiesta anual de Santa Fe. Es el acontecimiento que mantiene en vilo a una ciudad que, de la mano de esta propuesta automovilística, cambió la fisonomía y se abrió para mostrarse de manera distintiva.

Aquí no sólo las máquinas aceleran a fondo entre muros que "encajonan" a los autos y que multiplican el estruendoso sonido de los motores del Súper TC2000. Esa sensación incomparable de permanecer apenas a un puñado de metros de los coches con mayor tecnología en su rabioso vértigo acapara multitudes. En el mismo lugar en el que paran los colectivos o en el que el tránsito habitualmente se complica en horarios determinados, las máquinas correrán a más de 250 km/h.

Ya sin el Callejero de Buenos Aires y con los 200 Kilómetros itinerante (este año será en La Pampa en lugar del Gálvez), el compromiso santafecino es, sin dudas, la prueba tradicional por excelencia del Súper TC2000. Y, si bien la ciudad capital se muestra al país y al mundo con esta gran cita desde 2006, cuando el entonces TC2000 regresó para quedarse, y desde 2009 con el atractivo nocturno, la historia es más extensa.

Ayer se celebraron los 30 años del primer circuito callejero utilizado por la disciplina, con aquel triunfo de Juan María Traverso a bordo de un Renault 18. Y por ese motivo, los pilotos participaron de diversas atracciones para los festejos, como una exhibición en el túnel subfluvial, la visita al puente colgante y una caravana urbana por el Palacio Municipal, una solidaria visita a la Fundación Mateo Esquivo y, luego, el Parque del Sur, sitio donde se corrió aquella recordada prueba...