Antes de subirse al podio, cautela

Comenzó a abrirse un interrogante entre quienes siguen de cerca los números del negocio agrícola para la próxima campaña: ¿la situación da para subirse al podio y recibir la medalla o todavía hay que seguir corriendo para llegar a la meta? La baja de las retenciones y el discurso "pro campo" del Gobierno parecen inclinar el peso de la balanza hacia quienes eligen la primera opción. Las perspectivas de aumento del área sembrada con maíz, trigo y girasol también parecen darles la razón a los primeros, así como los aumentos en las ventas de insumos. Sin embargo, hay quienes advierten que, antes de colgarse la medalla, hay que ser un poco más cautelosos y tomar nota de las luces amarillas, como la baja de los precios internacionales, la persistencia de la inflación y el tipo de cambio.

"Es el momento de ser eficientes y eficaces", resume Ernesto Ambrosetti, economista de la Sociedad Rural Argentina (SRA). "Es bueno que aumente la superficie con maíz, girasol y trigo porque se favorecen las rotaciones y se mejora la estructura de los suelos, pero hay que invertir con cautela", añade. Otro cultivo que ve con buenas perspectivas es el sorgo. "Requiere un menor nivel de inversión que el maíz y favorece la conversión de grano en carne", añade.

Sin embargo, para Ambrosetti todavía hay mucho por hacer para "mejorar la competitividad". Entre otras limitaciones menciona "los altos costos de producción, el tipo de cambio y la presión impositiva" que no están jugando en favor del negocio agrícola. Para quienes tímidamente comienzan a reclamar la devaluación de la moneda, el economista recuerda que una "suba" del dólar no necesariamente mejorará la ecuación si impacta luego sobre la inflación.

Una prueba de que los costos de comercialización siguen siendo elevados la dio un trabajo de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Al comparar los márgenes de la soja de primera versus los del maíz en campo propio, dijo que el 32% de los costos de producción corresponden al flete. Y esto para un campo ubicado a no más de 180 kilómetros de las terminales portuarias del Gran Rosario. Ese porcentaje está apenas siete puntos por debajo de los gastos en insumos.

Otro ejemplo de costos elevados que ocurrió esta semana es el incremento en las tarifas orientativas de transporte en Córdoba, que sumó su tercer aumento en el año, 12%, para completar una suba de 35 por ciento.

"Ni tanto ni tan poco", matiza Alejandro Meneses, de la consultora Zorraquín+Meneses, sobre las...

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