Sorpresivo y audaz gesto del Papa para acercar a israelíes y palestinos

BELÉN.– Envuelto en la mística de la ciudad natal de Jesús, el pasó de la palabra a la acción en su apuesta por revivir el proceso de paz en Medio Oriente.Decidió implicarse de lleno y, en una jugada diplomática sorpresiva y de impacto global,en el Vaticano para "rezar" por el fin del conflicto crónico que desgarra a la región.Francisco reveló la oferta de mediación durante la misa que ofició a un costado de la Iglesia de la Natividad, mientras los asistentes todavía digerían otro gesto histórico: en su camino hacia la Plaza del Pesebre pidió que se detuviera el papamóvil y se bajó a rezar en silencio frente al gigantesco muro de hormigón que separa a Israel de Cisjordania.Los presidentes Shimon Peres y Mahmoud Abbas comunicaron casi de inmediato queYa le pusieron fecha: será el 6 de junio.El Papa pretende reflotar a través de una iniciativa religiosa el infructuoso diálogo de paz que impulsó Estados Unidos durante el último año. Israel dejó la mesa de negociación el mes pasado, cuando el partido de Abbas anunció un acuerdo de unidad con los islamistas de Hamas, que dominan la Franja de Gaza.Las gestiones se manejaron con un hermetismo total, y Francisco anunció su propuesta al mundo en el final de la misa, cuando recibió la certeza de que Peres y Abbas darían el sí.Ante un sol abrasador y delante de 9000 cristianos que se habían reunido para rezar con él, el pontífice argentino pidió el micrófono y dijo que iba a dirigirse a Abbas -sentado en primera fila- y a Peres: "Deseo invitarlos a que elevemos juntos una intensa oración pidiendo a Dios por la paz. Ofrezco la posibilidad de acoger este encuentro en mi casa, el Vaticano". Religión y política, dos conceptos que otra vez el papa Bergoglio consiguió fundir hasta hacer imperceptible la línea divisoria.El anuncio más impactante de la gira por Tierra Santa pasó casi inadvertido entre los presentes en la plaza, que agitaban banderitas ante cada palabra del Papa, pero no comprendían el italiano.Cuatro horas más tarde, en el aeropuerto de Tel Aviv, Francisco repitió la invitación en la bienvenida a Israel que le dieron a pie de pista Peres y el primer ministro, Benjamin Netanyahu."Construir la paz es difícil, pero vivir sin ella es un tormento", enfatizó, mientras el viento del desierto le volaba el solideo.Así como en su primer día en Medio Oriente clamó en cada acto oficial por el fin de la guerra civil en Siria, ayer se encargó de involucrarse personalmente en el conflicto territorial entre israelíes y...

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