Sólo queda esperar

El agua, dicen tantos relatos orientales, es blanda, ubicua, adaptable. Pero atención, advierten esas voces nacidas en lo más lejano del tiempo: nunca menosprecies el inapresable poder de lo blando. Porque esa misma agua que refresca, arrulla, da vida y la alberga es perfectamente capaz -en su estilo blando, ubicuo, constante- de arrasar. Bien que lo saben los habitantes de Comodoro Rivadavia, la ciudad que un temporal dejó sumida en el desastre. Bien lo sabe también la mujer que, desde la otra punta del mundo, contempla el ¿manso? avance de las aguas por sobre cada rincón del lugar donde habita. Sentada sobre un...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR