Con la soja, Rusia busca capitalizar el conflicto entre EE.UU. y China

La guerra comercial entre los y continúa renovando dinámicas que se creían inalterables en el mercado de granos global. Desde la rápida respuesta brasileña para cubrir la mayor demanda china tras la imposición de un arancel del 25% a la mercadería estadounidense hasta la decisión de la Asociación de la Industria de Alimentos de China de modificar la dieta de porcinos y aves hacia una menor proporción de harina de soja, acción que reducirá la dependencia de la oleaginosa importada, sobre todo de la procedente de los puertos de EE.UU.A esta lógica, de ver en una crisis una oportunidad, se sumó -y en forma explícita- Rusia, país que comparte una extensa frontera con China. "Ahora entraremos gradualmente en este mercado con nuestra soja y permitiremos que los socios chinos produzcan soja en el Lejano Oriente si quieren invertir su dinero", dijo anteayer el presidente ruso, , tras una reunión en la ciudad de Sochi con Yang Jiechi, diplomático chino y miembro del Comité Central del Partido Comunista de China."Valoramos altamente los esfuerzos adicionales hacia el desarrollo de las relaciones ruso-chinas que nosotros y los amigos chinos hacemos", agregó el presidente ante medios de prensa rusos. Según Putin, los problemas comerciales entre Estados Unidos y China "hoy le abren a Rusia nuevas ventanas de oportunidades" para ingresar en el mercado chino. Y en ese contexto mencionó a la soja como uno de los ejes de esas nuevas oportunidades.El mandatario señaló que entre otros proyectos conjuntos se avanzará en el desarrollo de infraestructuras y de rutas entre Rusia y China. "Estamos interesados en desarrollar el ferrocarril Transiberiano y la línea principal de Baikal Amur; esperamos que el tráfico de carga se incremente cuatro veces por ferrocarril", aseguró Putin.Para Andrey Sizov, director general de la consultora rusa SovEcon, el Lejano Oriente de Rusia no es una región nueva para la agricultura, pero sí considera que puede ser una zona clave para la producción de soja. "Hoy la infraestructura allí es pobre, pero el suelo no es malo y es una región donde no escasean las precipitaciones, dato central, dado que la falta de lluvias es la principal limitante para la mayoría de las regiones agrícolas rusas", dijo ayer a LA NACION. Y añadió que, en el largo plazo, el Lejano Oriente ruso, y más específicamente el sudeste de la región, "puede representar una parte notable de la producción agrícola rusa".En agosto último, en una entrevista con LA NACION...

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