¡Socorro, tengo un pijama party en casa!

Para Flavia Lotano fue debut y despedida. Tras su primera experiencia como anfitriona de un pijama party de su hijo Máximo, decidió que existen otras actividades igualmente divertidas para los chicos, pero no tan extenuantes para toda la familia. "Hacía rato que Máximo quería hacer la famosa pijamada, que hoy está de moda, así que para su último cumpleaños dije: Bueno, vamos a ver de qué se trata. Y es mortal, aun cuando los chicos, como en mi caso, se hayan portado bien", cuenta Flavia.Los chicos, once en total, con once años de edad en promedio, arribaron a las 19 a su casa. "Les había alquilado una PlayStation y una X-Box para que se entretuvieran. Jugaron con los videos, jugaron al cuarto oscuro, comieron, siguieron jugando -recuerda Flavia, de 46 años-. La idea era que se acostaran tarde, ¡pero que en algún momento se acostaran! Pero no... Hoy el chiste de las pijamadas pasa porque si alguien se queda dormido le pintan la cara (bigotes, anteojos) y, entonces, nadie quiere dormirse."Al igual que la abrumadora mayoría de los chicos, esa noche Flavia no durmió. Atenta a las necesidades y los requerimientos de los invitados -"tengo sed", "tengo hambre", etcétera-, pasó la noche en vela. "Aunque ellos querían que yo me fuera a dormir, solos no los iba a dejar", dice, y reconoce que para Máximo y sus amigos fue una experiencia muy divertida, pero que al mismo tiempo cree que existen muchas otras formas de pasarlo bien, "sin estar al día siguiente todos dormidos o de mal humor".Un pijama party es, sin lugar a dudas, una gran experiencia para los chicos, de la que pueden salir no sólo contentos y llenos de anécdotas que recordarán por años, sino también enriquecidos como personas. Pero es igualmente cierto que requiere de los padres no sólo atención, previsión y esfuerzo en grandes dosis, sino también cintura para saber manejar situaciones conflictivas, invitados también conflictivos y evitar que la noche descarrile. Y aun cuando todo salga bien, siempre habrá un "día siguiente" en el que poner la casa en orden y recuperar las horas de sueño perdidas...Antes de seguir conviene hacer una distinción: pijama party no es que un chico/a invite a un par de amigos/as a dormir. En la pijamada los asistentes se cuentan con los dedos de una, dos o varias manos.Pero lo que es aun más distintivo que la cuestión numérica es que un pijama party conlleva ciertos ritos, rutinas y expectativas.No dormir –o, más precisamente, ser el último en caer rendido y expresar esa...

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