Soñar a lo grande para servir de inspiración a los otros

Una sonrisa franca y abierta acompaña a esta mujer que demuestra ser poseedora de una gran personalidad desde el mismo momento en que se la conoce. Con naturalidad posa para el fotógrafo y hace gala de una desenvoltura propia de aquellos que no le dan importancia a las apariencias. Es que Meme Mateo tiene una particularidad: nació con el síndrome de Silver Russell, por lo que mide 1,30 metros, pero ella ha convertido esa presunta dificultad en ventaja y repite lo que le dicen sus amigos: "Gente común hay por millones, pero Meme hay una sola".Comenzó estudiando danza en la escuela de Reina Reech cuando tenía quince años y allí decidió probar con un taller de teatro. "Desde que experimenté lo que significa la interpretación sentí que me picó el bichito y desde ese momento más nunca paré", relata sus inicios en la actuación. "Al finalizar el secundario cursé la carrera de comedia musical en la escuela de Julio Bocca, cuatro años muy intensos durante los que alternaba con un trabajo administrativo. Mi punto de inflexión vino cuando decidí dejar el trabajo y dedicarme de lleno a la actuación. Desde que tomé esa decisión no he dejado de trabajar, algo por lo que me siento muy privilegiada."Su carrera ha transcurrido casi toda en el teatro, donde se siente muy cómoda a la vez que lo considera el perfecto entrenamiento para cualquier actor. Ha participado en cortos de cine y ha tenido algunas apariciones en televisión: Peter Punk , de Disney Channel, y Dulce a mor , de Telefé. "Quiero probar cosas nuevas como profundizar en el terreno del cine, también estoy lista para la aventura, puesto que quedé seleccionada para el Cirque du Soleil luego de las audiciones más largas y difíciles...