Snif, snif, los alemanes no nos entienden

Lo primero es lo primero: declaro formalmente que no estoy trabajando para Alberto Fernández, ni lo haré en el futuro en caso de que llegue a la presidencia. Es cierto que me lo ofreció, como ya circula por las redes, pero le expliqué que me resultaría muy incómodo, indigerible, volver a estar en un gobierno kirchnerista. Que ya no tengo paciencia para soportar a Cristina. "Yo tampoco", me contestó.Sí es verdad que, aprovechando que viajaba a Alemania para asistir a un encuentro de editores latinoamericanos y europeos, acepté tener conversaciones con funcionarios cercanos a la canciller Merkel y con diplomáticos acreditados en Berlín. La idea era dar una imagen más ajustada de lo que está pasando en el país y, sobre todo, de lo que podría pasar ante un eventual triunfo de la fórmula de los Fernández. Por cierto, la primera pregunta que me hicieron todos mis interlocutores fue si había posibilidades de que se revirtiera el resultado de las PASO. Respondí que no, con la misma seguridad y convicción, je, con que antes de las primarias decía que iba a ganar Macri."¿Y los multitudinarios actos que está teniendo el Presidente en todo el país? ¿No se estará produciendo un vuelco que usted quizá no valore en su justa medida?", me planteó un secretario de Estado en un alemán con acento de Baviera (dato que me pasó la traductora, claro). Le conté que, a falta de encuestas confiables, estaba recurriendo a la vieja técnica indígena de poner una oreja contra el piso para escuchar señales. Sorprendido, el tipo quiso saber qué había oído. "Siento que está viniendo mucha gente, siento rumor de multitudes, siento una avalancha -dije-. Pero no estaría pudiendo identificar la procedencia". El funcionario adujo que tenía una llamada y no volvió más.Otro, bastante más friendly y que habla español porque vivió dos años en la Argentina, me contó que había recibido datos de un sondeo encargado por una importante embajada en Buenos Aires -sospecho que es la alemana-, según el cual Macri llega hoy a 35 puntos y Alberto, a 50. Y en un hipotético ballottage, Alberto ganaría por 10 puntos. "Son prácticamente las mismas cifras que tengo yo", le mentí. La mentira consistió en que no tengo ninguna cifra, pero me daba vergüenza enterarme por él. Agregué que hay otros números para tener en cuenta: el dólar y la inflación siguen subiendo, y el consumo y el PBI siguen bajando. "Así las cosas -concluyó-, si Macri consigue ir a una segunda vuelta es Gardel, Le Perón y los...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR