Simbolismo lunar y reflejos freudianos

Haghit, o, tal como corresponde según las Escrituras, Abisag, la joven sulamita de hermosura proverbial que asistió al anciano rey David, según la creatividad de Karol Szymanowski, no llega sola al Colón el próximo domingo. Viene acompañada por aquella mujer imaginada por Arnold Schoenberg, que espera a su amado en la oscuridad de una foresta, sólo auxiliada por la luz lunar. Y que lo encuentra muerto. Es una experiencia psíquica, una suma de sueños y misterios lo que nos propone el músico, con la colaboración de la joven poeta y estudiante de medicina Marie Pappenheim en el monodrama Erwartung (Espera).Es preciso vivir esta experiencia schoenberguiana como un drama de angustia y de soledad que el autor concibe en un estado de trance. En realidad lo que el espectador ve, la acción exterior, se reduce a la sola presencia de la protagonista en la escena. Aquí sólo cuenta la expresión de lo inconsciente, de los fantasmas y de la propia angustia fundamental de la mujer, y el espectador cuenta para ello con lo absolutamente musical, el canto de la protagonista ?un constante recitativo-arioso? y la fuerza de una orquesta cómplice. Pero además, con el auxilio de su propia imaginación y experiencia emotiva. Schoenberg nos ayuda con sus comentarios: "Yo me he propuesto representar lo que puede producirse en un único segundo de la más intensa emoción". Claro que partiendo de una forma no muy alejada de la demencia.Compuesto entre el 27 de agosto y el 12 de septiembre de 1909 (el año en que Richard Strauss concibe...