Sigue la vacante en seguridad nacional

WASHINGTON (De nuestra corresponsal).- Para , estos días de Salón Oval son de aprendizaje y decepción. La negativa que le dio su candidato estrella para ocupar la vacante de asesor de seguridad nacional es prueba de ello.

"No voy a aceptar. La Casa Blanca es un caos", dicen que señaló -aunque con otras palabras- el general retirado Robert Harward. Él había sido citado por Trump para ocupar la vacante que dejó la escandalosa salida del general retirado Michael Flynn, objeto ahora de investigaciones por la llamada "conexión rusa".

A Flynn le pidieron la renuncia el lunes pasado, cuando se hizo público que mintió al vicepresidente Mick Pence sobre tratativas con diplomáticos rusos para el levantamiento de las sanciones aplicadas a Rusia por Barack Obama. En realidad, la mentira salió a la luz el 24 de enero pasado. Pero aún así Trump decidió mantener a Flynn en esa estratégica posición y permitirle el acceso a información sensible.

El asunto estalló gracias a revelaciones de la prensa local, a la que Trump define como "enemiga del pueblo".

Lo cierto es que, desde entonces, los norteamericanos tratan de desentrañar qué fue lo que ocurrió y cuál es el lazo oculto entre la Casa Blanca de Trump y el Kremlin de Vladimir Putin.

Mientras, el magnate tropieza en su intento por ocupar la vacante que dejó la salida de Flynn en un cargo ultra sensible.

"No puedo por razones familiares", fue la excusa formal del general Harward para dejar pasar tan alta responsabilidad y posibilidad de servicio.

Ese fue el lenguaje diplomático. Otras fuentes cercanas al general afirmaron que se excusó porque "ni loco" se mete en una Casa...