Una de las siete llaves de la inversión

Aunque tuvo menos difusión que otras decisiones del Gobierno, la sanción de la ley que inaugura el modelo de asociación público-privada (PPP), según la abreviación que usan quienes hablan del tema, es una de las iniciativas más trabajadas por la administración de Mauricio Macri en sus primeros meses en la Casa Rosada. Eso se debe a que, según la mirada oficial, el proyecto que ayer convirtió en ley el Congreso les abrirá la puerta a inversiones potenciales por US$ 30.000 millones en el primer mandato presidencial. Esa cifra surge de la incidencia que tiene en otros países el nuevo modelo de asociación, que hasta ahora no estaba disponible en la Argentina.

Para el país implica despejar uno de los caminos por los que las inversiones llegarán al país, más allá de las apuestas de empresas privadas o del financiamiento que se consiga de organismos multilaterales de crédito.

Para eso, Macri puso a trabajar a algunas de sus mejores mentes en términos técnicos, pero también políticos. Horacio Reyser, uno de los talentos que el Presidente reclutó en el sector privado para captar inversiones (en el organigrama figura como secretario de Relaciones Económicas Internacionales), fue uno de los primeros en trabajar en el proyecto. Lo hizo en conjunto con el Estudio Cassagne, una de las figuras centrales en el armado.

A ellos se sumaron, en el trabajo, pero también en las discusiones, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y varios miembros de su equipo, entre ellos, Ricardo Delgado.

Frigerio es el encargado de...