Siente el viento en la espalda

Se cumplió el plazo prudencial para afirmarlo: aunque le costó, Independiente está de pie, erguido. Tiene sus altibajos, es cierto, y a veces se lo adivina encorvado, pero lo disimula, refunfuña y se mantiene derecho. Habrá que reconocerlo con la campaña que enderezó De Felippe, a partir de la quinta fecha. Le faltará pulir su apariencia, sus modos, su estética, pero, a la larga, sólo la cosecha lo pondrá de vuelta en Primera o lo dejará otro año en la B Nacional. La victoria por 3-0 ante Ferro se encuadra como la mejor del campeonato; conseguida por un par de aciertos colectivos, y la destreza de Rolfi Montenegro, autor de los dos primeros goles.Independiente acortó mucha distancia. El tranco era impensado en los tumultuosos y no tan lejanos tiempos. Hoy, apenas un punto lo separa del tercer lugar, el último que otorga el ascenso, ocupado por Crucero del Norte. Es más, Banfield, el líder, le lleva una ventaja de seis puntos. Aunque si hoy gana, Defensa y Justicia, el escolta, la estirará a ocho.Poco, casi nada, había pasado hasta que Independiente se puso en ventaja en la primera llegada profunda. La conexión Pisano-Montenegro estuvo sincronizada y, tras un preciso pase del ex jugador de Chacarita, Rolfi definió con un derechazo cruzado. Sólo Pisano había mostrado un par de amagos interesantes por la derecha. Ferro, como en buena parte de la primera etapa, se movió entre sombras. Las intermitencias de Acuña quedaron en evidencia con la casi nula imaginación de los visitantes.En sólo unos minutos las campañas quedaron expuestas. Independiente está lejos del lucimiento, pero, al menos, desde que llegó De Felippe tiene en claro el mensaje de entrega, concentración, solidaridad y eficacia. Así se encarriló. Y Ferro, pese al aceptable principio de campeonato, sigue en veremos. La irregularidad le costó el puesto a Tata Brown y, ahora, con Marini y Medero, sigue sin afirmarse sobre la contundencia. Como si eso fuera poco, cada fecha sin un triunfo le agrega un nerviosismo extra...