¿Por qué tendría que haber sido distinto con Alberto?

Néstor Kirchner llegó a la gobernación de Santa Cruz en 1991, un año después de que Ricardo Jaime Del Val fuera destituido en un golpe parlamentario impulsado por Néstor y Cristina Fernández. El kirchnerismo inventaba un juicio político mediante el cual acusaban a Del Val de haber utilizado bienes del Estado en beneficio propio. Trasladar dos camiones de ripio con dos empleados de la gobernación a una estancia. Le agregaron la causal de inhabilidad para intentar disimular lo indisimulable. Lo destituían para hacerse del poder. Asumía Cristina la gobernación, en un brevísimo interregno y le puso la banda a Néstor Kirchner.

Una vez en el poder los Kirchner reformaron la constitución provincial, destituyeron al procurador Eduardo Sosa, se apoderaron de los fondos de Santa Cruz, cobrados por regalías hidrocarburíferas adeudas a la provincia por parte de Nación (1500 millones de dólares), ampliaron el número de miembros de la corte suprema de 3 a 5, antes que Carlos Menem lo hiciera en la Nación y fueron la usina de esa idea y, modificaron 27 veces las leyes electorales de Santa Cruz, para asegurarse que aunque perdieran en las urnas nunca entregarían el poder con la inconstitucional ley de Lemas. Armaron de a poco una trampa de la cual cuesta salir. Pioneros en el arte de establecer una autocracia, familiar, consanguínea y hereditaria; que fuera la ley, la justicia y el poder. Todo junto. Así legalizaron lo ilegal. Una dictadura perfecta, porque hay dictadura, pero no se termina de caracterizar así, y ese es un estado ideal para un tirano. Instaurar una tiranía con la creencia de que no hay tiranía. Por eso que Santa Cruz, además de ser preexistente a la Venezuela de Chávez y Maduro, es algo más sofisticado, más perverso y mejor pensado para lograr el mismo fin, sin tener que sacarse la careta de modo tan descarnado y brutal como el Miraflores.

Con el control de los tres resortes del Estado provincial los Kirchner gobernaron sin discrecionalidad y sin rendir cuentas, hasta ahí nada distinto a lo que cualquier otro caudillo peronista haya realizado en su feudo.

Lo primero que hicieron cuando llegan a la Casa Rosada en 2003, para consolidar su poder, es hacer algo que nunca otro peronismo había logrado, que es meterse dentro de los feudos provinciales.

Tanto Carlos Menem como Eduardo Duhalde nunca pudieron tener un armado nacional con gente propia en todas las provincias del país. Kirchner lo logró avanzando en las listas provinciales y...

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