El superclásico, en los pies como en la cabeza

Durante algunos instantes, en los compromisos ante Quilmes y ante Lanús, la cabeza de los jugadores de Boca y de River, respectivamente, se deja llevar por ese partido que el cuerpo y la mente viven con diferente intensidad. Aunque se piensa en el presente, se siente una energía particular pensando en el futuro. Fueron como pruebas de fuego antes del Superclásico de la semana que viene, en el Monumental. La hora más esperada. Tal vez algo extremista la afirmación pero sujeta a la más estricta veracidad si se indaga en la intimidad de ambos planteles, cuerpos técnicos, dirigentes y, obviamente, simpatizantes.Siempre son partidos aparte. Alguna vez llegaron parejos y definieron la suerte de lo que vino después. Otras no tanto, y en determinadas oportunidades el impacto del resultado sólo duró hasta la semana siguiente. No está en discusión que se trata de un partido de los más emocionantes y significativos del planeta-fútbol. Pero el choque del próximo domingo, en Núñez, tiene condimentos que lo hacen aún más atractivo y emocionante si se tiene en cuenta en qué escenarios llegan uno y otro. Más allá de los resultados de ayer, las circunstancias en que los dos clubes más poderosos de nuestro país llegan, son diferentes. ¿Cuáles?River llega puntero, elogiado por su voracidad ofensiva y por su contundencia. Con la llegada de Marcelo Gallardo y después de ser campeón en el certamen anterior, el conjunto millonario se reinventó en su juego. Desempolvó otro espíritu, otra voracidad..., otra táctica. La que le imprimieron la llegada de Leonardo Pisculichi, la capacidad goleadora de Teo Gutiérrez y los avances eléctricos de Rodrigo Mora. Con sus partidos invictos y sus producciones, las luminarias se apropiaron de todos los carteles de neón en este torneo de Transición. Hasta que se topó con dos equipos dirigidos por dos ex Boca, como el Arsenal de Martín Palermo y el Lanús del Mellizo Guillermo Barros Schelotto, y no pudo ser el mejor a pesar de su intención.Boca está ocupado por afianzar una idea...