Shapers: ingenieros de garaje con corazón de artistas

Las manos de Renato Tiribelli, curtidas por casi medio siglo entre sol y resinas, contrastan con la superficie tan plana y pareja como un espejo que acaba de lograr. Sí, una más. De aquellas que en soledad y a comienzos de la década empezaba a probar y descartar, como el luthier que construye su instrumento musical, esta verdadera escuela de artesanos del mar que la ciudad generó hasta producir miles de tablas de surf por año.

Pasa el tiempo, avanza la tecnología, pero la tarea artesanal se mantiene e impone en esta industria que no deja de crecer. Brota en una pequeña habitación que pronto se transforma en taller y, sin perder aquella esencia, puede tomar escala industrial con producciones casi seriadas en las que las máquinas, sin embargo, no pueden pretender más que un papel de reparto en esta historia.

Fernando Aguerre, marplatense y presidente de la (ISA, por su sigla en inglés) acaba de homenajear en Ala Moana a los shapers locales, como se denomina a estos verdaderos ingenieros de garaje con corazón de artistas. "Sin shapers, no hay surf", insiste y recuerda a César Colombo, además primer campeón argentino. Tributo para aquellos que se pusieron a copiar como podían las tablas que sólo se conseguían en el exterior y a estas decenas de expertos que hoy abren aún más el camino.

Plantilla de por medio, en la mayoría de los casos a medida de la contextura del cliente, cortan el foam -espuma rígida- que refuerzan con el alma de madera para garantizar solidez. Sierra mediante, asoma la primera aproximación al diseño buscado. Alcanzarlo es el gran desafío. Entonces es hora de shapear sin más recursos que un cepillo eléctrico y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR