Sexualidad en tiempos de pandemia

Hace un año, presentado por la hoy ministra de Salud y por entonces secretaria de Acceso a la Salud Carla Vizzotti, un infectólogo de esa cartera le pidió a todos los solteros de Argentina y todo aquel que está en pareja pero que no convive con ella, que se abstuvieran de tener sexo por el Covid-19.No lo dijo con esas palabras, sino que habló de "evitar los encuentros íntimos con personas no convivientes". Lo que es exactamente lo mismo; y a cambio, recomendó la autosatisfacción y el sexo virtual. Para lo virtual, además de las videollamadas, avaló el uso de las apps de citas pero sin concretar los encuentros; y en un sobre exceso de paternalismo, también recomendó lavar y desinfectar los juguetes sexuales, incluso si no se los compartía con otros.Argentina no fue el único lugar donde el Estado hizo este tipo de pedidos, pero eso tampoco fue lo más corriente. Tanto que el pedido ministerial trascendió de inmediato las fronteras nacionales Según la prensa internacional, sólo realizaron sugerencias similares el Departamento de Salud de Nueva York, la Agencia de Salud Pública de Barcelona y, en Canadá, el Centro de Control de Enfermedades de la Columbia Británica.Con relación a esto, no hay que perder de vista la magnitud del contexto prohibitivo que imperó en el país durante gran parte de la pandemia.Un reciente estudio de laEl pedido de Salud tampoco debe leerse desvinculado de las declaraciones gubernamentales referidas al Covid, donde casi siempre se emparentó la prevención con el temor.Durante los 234 días que duró el encierro local, funcionarios como el ministro de Salud bonaerense,Se infundió temor diciendo que, si la cuarentena se levantaba pronto, íbamos a ver "cadáveres apilándose en cámaras frigoríficas, geriátricos y calles". Que quienes querían salir a trotar eran poco menos que asesinos. Que el tenis también era "una actividad riesgosa". Que pretender ir a un bar con mesas afuera equivalía a querer salir de casa en medio de una guerra. Que sin vacuna era "inimaginable" ir de vacaciones a la costa porque se "llevaría la enfermedad en forma masiva".Así, con un confinamiento interminable como principal método para enfrentar el virus, no debe extrañar que Salud le haya pedido a millones de personas no tener sexo hasta que pase la pandemia. ¿Pero nadie se puso a pensar que el ser humano es un ser de afecto y de vínculo social e íntimo, y que la perpetuación de medidas sólo validas temporalmente puede acentuar problemas emocionales...

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