Servicios basados en el conocimiento: el talento argentino sale a la conquista del Primer Mundo

Una comitiva de 35 empresarios que representaban a 19 empresas argentinas dedicadas a producir y exportar servicios de alto valor agregado recorrió hace un par de semanas Nueva York, sede del poder financiero internacional, y Boston, una metrópolis autodefinida como el ambiente más creativo del mundo por la convivencia de universidades prestigiosas, empresas de tecnología y el cosmopolitismo estudiantil.

Convocados por Argencon, una entidad conformada por empresas prestadoras de servicios con la mira puesta en la exportación, la misión llegó con el objetivo de "hacer marca". Quien tenga al menos cuatro décadas encima puede pensar que se trata de un cliché del vocabulario millennial, pero no. Tampoco es una metáfora futbolística, sino que hace referencia literal a la necesidad de un grupo de empresas locales que construyeron un mundo de negocios basado en el talento argentino. Quieren que el sello albiceleste sea cada vez más fácil de identificar en Estados Unidos para vender más en esas tierras.

Se trata de los denominados servicios basados en el conocimiento (SBC), una clase de exportación que no pasa por la Aduana, ya que cruza las fronteras geográficas a través del mundo digital, en la forma de un plano de ingeniería, un libro contable cuyos resultados finales terminarán publicándose en la página web del organismo regulador bursátil norteamericano o la edición de una serie televisiva.

Las siglas SBC engloban prestaciones tan distintas como la liquidación de sueldos de una petrolera gigantesca como Exxon, que se hace en Puerto Madero; la contabilidad para la sede norteamericana de su competidora Chevron; la producción de contenidos audiovisuales o desarrollos de realidad aumentada que se hacen en Rosario y se usan en fábricas de cualquier otro lugar del mundo.

Pese a su escasa difusión entre el público masivo en comparación con los otros actores dinámicos de la economía local, como la agroindustria o los fabricantes de autos, con US$ 5700 millones anuales, los SBC son el segundo entre los mayores complejos exportadores del país, detrás del campo.

Aunque el presente es bueno, sus integrantes creen que el futuro será mejor. Quizá por eso encuentran el apoyo consistente del Gobierno, que les abrió las puertas del consulado argentino en Nueva York para organizar un encuentro. En ese marco, Carlos Pallotti, subsecretario de Servicios Tecnológicos y Productivos, estima que en seis años se sumarán US$ 4000 millones adicionales en exportaciones por una combinación de factores. "Requieren una baja inversión, escasos insumos, buenos recursos humanos y hacemos algo que el mercado demanda. Realmente se puede exportar más", sostuvo.

Según un informe oficial, entre enero y junio de este año hubo variaciones positivas en las ventas externas de todos los SBC. Sobresalieron el software y los servicios de informática, con un...

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