Sergio Moro: 'Ningún país está destinado a convivir con la corrupción'
El juez brasileño Sergio Moro se muestra optimista en una entrevista con LA NACION. Cree que todo país que investigue y castigue la corrupción sistémica terminará, a la larga, mejor de lo que estaba. Toma tiempo y conlleva superar tormentas de todo tipo, añade, pero advierte que el verdadero desafío pasa por cambiar la forma de pensar de muchísimas personas que, tras padecer décadas de impunidad, desconfían de la justicia. "No existe un destino manifiesto, sea de Brasil o de la Argentina, que imponga convivir con la corrupción en esos niveles", dice.
-¿La sociedad es tolerante con la corrupción?
-No diría tolerante. Sí hay una cierta frustración cuando los casos criminales relevantes de corrupción surgen y no encuentran una respuesta. Con el tiempo la gente pierde la fe en el sistema y pasan hasta la creencia de que ésa es la regla, que es un comportamiento normal. Pero es posible cambiar la naturalización de la corrupción. No existe un destino manifiesto, sea de Brasil o de la Argentina, que imponga convivir con la corrupción en esos niveles. Hay mucho que puede hacerse. No diría que hay tolerancia, pero muchas personas han perdido la esperanza.
Moro llegó anteayer a Buenos Aires para revitalizar esa esperanza. Por eso remarcó una y otra vez que, cuando todo lo demás está perdido, resulta decisivo el rol que asume la sociedad. "La opinión pública termina funcionando como una especie de escudo protector de la investigación y el juicio", afirma, al tiempo que remarca otros dos factores: instituciones sólidas y cooperación internacional.
Conocedor de los molinos que encara, Moro da cátedra sobre cómo comunicar de manera sencilla. Convocado por Teodoro Kreckler y el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, se reunió con jueces, fiscales, funcionarios del Gobierno, brindó conferencias y aceptó dialogar con LA NACION. "La corrupción descubierta es una vergüenza para Brasil -plantea-. Pero, por otro lado, también hay que enfatizar que Brasil está dando pasos serios y necesarios para combatirla."
Juez federal en Curitiba y estudioso del Mani Pulite -la gran investigación sobre la corrupción sistémica italiana-, Moro dio los primeros pasos del Lava Jato en marzo de 2014. Colocó contra las cuerdas a toda una forma ilegal de hacer política y negocios, al más alto nivel. Si hasta un ícono del establishment brasileño, el empresario Marcelo Odebrecht, terminó tras las rejas y se acogió a la delación premiada.
-¿Por qué aceptó viajar a la Argentina? ¿Cuál era su objetivo y qué expectativas tenía?
-Tengo la preocupación natural de que el caso Lava Jato no haya sido considerado desde la perspectiva correcta. Por un lado, la corrupción descubierta es una vergüenza para Brasil, pero también hay que enfatizar que Brasil está dando pasos serios y necesarios para combatir esa corrupción. Y con tiempo, a partir de esa lucha, tenemos la expectativa y la esperanza de que Brasil salga fortalecido de ese proceso, con una economía más fuerte, con mayor productividad y con una democracia de mayor calidad. Ése es uno...
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