La sequía amenaza la próxima siembra

LA CARLOTA, Córdoba.- Además de la desazón de haberlo perdido todo, por la sequía que afecta gravemente a los cultivos de soja y maíz, muchos productores ya sienten que también se van quedando fuera de carrera para la próxima campaña agrícola 2012/2013.En esta localidad de unos 14.000 habitantes, ubicada en el sudeste cordobés y considerada uno de los epicentros de la seca junto con la vecina Canals y otras ciudades del sur provincial, los productores advierten que, sin cosecha, se descapitalizarán y tendrán dificultades para encarar la campaña de maíz y soja que empezará en septiembre próximo."Esto [por la seca] es como si nos quedáramos sin laburo. Por eso, el tema ahora va a ser cómo enfrentamos la próxima siembra; el drama viene adelante", señaló Roberto Gadea, un contratista, es decir, un prestador de los servicios de siembra y cosecha de granos. También alquila tierras en sociedad con otros productores o profesionales en un esquema donde se aportan semillas y maquinaria según el capital de cada uno. Con esta modalidad, con tres socios hoy viene trabajando alrededor de 1000 hectáreas."Al maíz no lo voy a poder cosechar y la soja que tengo se está quemando en el campo con 40 grados", afirmó.Con ese panorama, Gadea dice que los productores se van a cargar de deudas y se verán limitados en la posibilidad de invertir. Y sentencia: "Para pagar los insumos yo tengo que vender una cosechadora". En la actualidad, como contratista, Gadea posee dos cosechadoras.Para tener una dimensión de la inversión que hacen los productores cordobeses, sólo en el cultivo de soja gastan US$ 1000 millones para sembrar 4,8 millones de hectáreas.Además, en maíz gastan 840 millones para hacer alrededor de 1,4 millones de hectáreas. La inversión por hectárea en soja está algo por encima de los 200 dólares y en maíz es de US$ 600. Todo esto sin considerar el pago de alquileres y fletes y gastos comerciales.Como Gadea, a Carlos Castro, otro productor de la zona, también lo desvela el futuro. En su caso, ve que la sequía le está encareciendo los gastos de producción en su tambo, ya que es más costosa la alimentación."Antes, el 30 a 35 por ciento de mi ingreso se iba para cubrir la alimentación [de las vacas] y ahora ese porcentaje ya está en el 50 por ciento", explicó.Castro había realizado un maíz para destinarlo en parte a cosecha como grano y otra parte para silo para alimentación. Por la seca, se tuvo que olvidar de la cosecha y hacer un silo que rindió un 30 por ciento de lo...

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