Una era de separatismos: Europa abre otro capítulo en su crisis de identidad

MADRID.- La cuenta regresiva ya empezó. En poco más de un mes, la : el club de países que nació para diluir los nacionalismos asiste por primera vez en su historia a la posibilidad de ruptura de sus Estados miembros.El referéndum independentista que se celebrará en Escocia el 18 de septiembre próximo y la consulta que promete convocar el gobierno de Cataluña en noviembre tienen en alerta a los gobiernos de todo el continente, incapaces de pinchar la burbuja secesionista que creció a la par de la crisis económica.Detrás de la expectativa por el futuro de Gran Bretaña y de , se esconde el miedo de un "efecto dominó" que dispare más tensiones territoriales, en momentos en que la UE lidia con las consecuencias del estallido separatista prorruso en Ucrania, al otro lado de su frontera oriental.La anexión de Crimea por parte de Rusia y el conflicto bélico en el este ucraniano -agigantado por la tragedia del avión malasio derribado sobre Donetsk- expusieron la impotencia del bloque para influir en la reconfiguración del mapa continental. Aunque sin violencia, Escocia y Cataluña instalan el desafío puertas adentro.Los siguientes conflictos están en la sala de espera. Bélgica, siempre atada con alambres, lleva dos meses sin conseguir que se forme gobierno después de que los nacionalistas flamencos resultaran la fuerza con más votos en las elecciones de mayo pasado. El gobierno del País Vasco volvió a la carga esta semana para discutir con Madrid la posibilidad de un referéndum soberanista. Y en Italia resiste -algo diezmado- el movimiento separatista y xenófobo de la rica región del Véneto.Otros movimientos identitarios de menor calado actúan en Francia, Alemania, Finlandia, Dinamarca, Hungría, Estonia, Austria y Croacia.Las autoridades de Bruselas insisten en considerar los conflictos separatistas como "asuntos internos" de los países donde se desarrollan, pero en la última semana hubo señales de inquietud por parte de figuras centrales de Europa.La canciller alemana, Angela Merkel, sorprendió con una definición tajante: "Defendemos la integridad territorial de todos los Estados, que es algo totalmente diferente a la independencia de una región". En una visita a España, el premier francés, Manuel Valls (nacido en Barcelona), amplió la idea: "Si los Estados-nación pierden fuerza y se dividen es un problema para Europa en un momento difícil". Advirtió que una eventual secesión de Cataluña "tendría consecuencias muy peligrosas".Según los tratados vigentes, una región...

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