Sensación térmica más baja que la taquilla

MAR DEL PLATA.? Dos contrastes: el viejo y tradicional teatro Regina, convertido ahora en una hamburguesería, donde los aplausos son reemplazados por combos y olor a papas fritas, y el incesante éxito de Toc toc, una comedia sin nombres rutilantes que llena todas las noches, y que ya firmó para estar presente aquí la próxima temporada.El teatro de revistas, característico de esta plaza y que en los últimos años marchaba a la cabeza de la taquilla, debe conformarse con colocarse a la cola no sólo de los maniáticos compulsivos que esperan la llegada del psiquiatra en el Neptuno, sino también del repetido éxito de Antonio Gasalla, en Más respeto que soy tu madre.Es que a la hora de las cuentas concretas, la posta la tiene el empresario Carlos Rottemberg, dueño de siete salas ubicadas en el centro marplatense, con su método tan infalible como rudimentario, del que habla media ciudad: las famosas "libretitas" donde año tras año, y noche tras noche, vuelca meticulosamente la cantidad de entradas vendidas de los espectáculos más convocantes.De ellas surgen que de los 600.000 espectadores que suelen ver teatro en este balneario durante el verano, sólo el 25 por ciento se inclina por propuestas mediáticas, en tanto que el 75 por ciento restante busca otro tipo de obras de las que muy pocos hablan. Un dato más que auspicioso.Pero a la TV, y demás usinas chimenteras, sólo les interesa fogonear los enfrentamientos más ficticios que reales entre vedettes y capocómicos, cabezas de distintas compañías, en guerra psicológica y escandalosa por hacer creer que cada cual es el N° 1 (ninguno lo es) y los demás fracasan.Aunque si hay que hablar de fracaso concreto sólo se registra uno y por partida doble: Delicadamente inmoral, la producción que Gerardo Sofovich abandonó temprano por su escasa convocatoria, volvió a ponerse en marcha, con sus figuras trabajando en cooperativa, pero baja de cartel definitivamente en estas horas. El video hot de Silvina Luna, uno de los temas más trajinados por la agenda frívola 2011, no se tradujo en venta de entradas. Como la sonada separación de Carmen Barbieri y Santiago Bal tampoco dio mayor caudal a la recaudación de la primera ni, mucho menos, los microescandaletes de Jesica Cirio y Adabel Guerrero aportaron plus de entradas a la revista de Artaza-Cherutti. Sólo Moria Casán logra mover el amperímetro contadas veces, cuando introduce el formato del reportaje abierto a figuras mediáticas.¿Cómo se comporta el público en los meses...