Un semáforo por acá...

El triángulo de Villa Urquiza flanqueado por las vías del tren Mitre que se bifurcan tras el cruce con la avenida Monroe fue, históricamente, una zona de difícil comunicación con el resto de la Capital. El túnel de Monroe, primero, y los "sapitos" de Donado y Holmberg, más adelante, solucionaron buena parte del problema; el paso bajo nivel de la avenida Congreso, en plena construcción, traerá, seguramente, mayor fluidez al tránsito. Pero la demora en la concreción de este último túnel hace que la circulación vehicular proveniente de la Panamericana hacia el Sur se canalice fundamentalmente por el paso de Donado. El automovilista encontrará a metros de la boca del túnel un semáforo con giro a la izquierda, en el cruce de la calle Rivera, con tránsito hacia el Este. A primera vista pareciera que ese semáforo de giro no tiene sentido; en rigor, está para facilitar el tránsito de los autos de frentistas en esa cuadra corta entre Rivera y la vía, en lo que se conoce como "calle de convivencia", la del costado del túnel. Es posible que la usen sólo un puñado de autos cada día. Una cuadra hacia el Norte está el cruce de Donado con Nahuel Huapi, de doble mano y con circulación de autos y colectivos. El uso diario invita a pensar que, en realidad, es allí donde un semáforo de giro sí sería de mucha utilidad, dado el alto tráfico hacia el Oeste proveniente del paso a nivel del ramal Mitre-Mitre, a metros de la estación Coghlan. Los planificadores, al parecer, no lo notaron.

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"La entrada y la salida de vehículos en la terminal de buquebus es un caos. Hay cerramientos que roban espacio"

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Martín Zapiola

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