Ni un segundo de distracción

Mucho se habla sobre las causas de los accidentes viales. Por lo general se culpa el exceso de velocidad, las condiciones meteorológicas, el estado de los caminos, etcétera. Sin embargo, la primera causa de accidentes de tránsito son las distracciones. Sí, distraernos mientras manejamos puede tener consecuencias graves para nosotros o para otros. Sólo en Estados Unidos se estima que por año se producen 1,6 millones de accidentes de diversa gravedad causados por las distracciones.

¿Cómo nos distraemos? La lista es larga. En primer lugar no cabe duda que el teléfono celular es un artefacto muy útil en muchas circunstancias, pero también muy negativo en otras. Si hablamos por teléfono (y escuchamos lo que nos dicen) nuestra concentración disminuye y, por lo tanto, también lo hace nuestra capacidad de reacción ante cualquier imprevisto en el tránsito. Ni hablemos de aquellos que intentan contestar un WhatsApp o mandar un mensaje mientras manejan (que los hay y muchos).

Tampoco es propicia la costumbre de varios conductores de circular con el volumen del audio al máximo. Hay muchas señales auditivas que debemos reconocer: sirenas, ruido de motores en los puntos ciegos...