La segunda vida de Julia Roberts: la sonrisa de Hollywood sí cree en las lágrimas

Julia Roberts tiene frente a sí la posibilidad cierta de disfrutar del primer gran éxito de su segunda etapa como actriz de cine. Esa alegría le llega de la mano de una pequeña película inspirada en un enorme éxito literario. Wonder es un best seller mundial escrito por la autora de origen colombiano R. J. (Raquel Jaramillo) Palacio. Lleva vendidas seis millones de copias sólo en los Estados Unidos -aquí fue editada por Penguin Random House- y funciona como un imán para un sinnúmero de chicos y preadolescentes de todo el mundo.

Todos ellos quedaron atrapados en el más plausible sentido del término (como sus padres y hermanos mayores) por las experiencias de vida de Auggie Pullman, el pequeño de 10 años nacido con una sucesión de malformaciones en su rostro y su cráneo, expuesto a 27 intervenciones quirúrgicas que le impiden seguir el camino de educación formal de cualquier chico. La vida de toda esa familia cambia para siempre cuando Auggie, que hasta entonces aprendió todo en el hogar con su madre, empieza a ir a la escuela.

Decisiones voluntarias, azares y un toque del destino llevaron a Roberts a convertirse en la protagonista femenina de la adaptación cinematográfica de Wonder, que la distribuidora BF estrenará pasado mañana en la Argentina con el título local de Extraordinario.

La actriz, que cumplió 50 años el 28 de octubre, atraviesa claramente el comienzo de una suerte de segundo tramo en su carrera. El primero estuvo marcado por extraordinarios éxitos que la convirtieron, fuera de toda duda, en una de las grandes estrellas de la pantalla grande. Todo comenzó con Un pedazo de cielo (1988) y Magnolias de acero (1989) y explotó definitivamente gracias a Mujer bonita (1990). El carisma de Roberts, un talento interpretativo de impresionante naturalidad (en especial para la comedia romántica) y una sonrisa única, irresistible, la transformaron con el tiempo y gracias a éxitos como La boda de mi mejor amigo, Un lugar llamado Notting Hill y Novia fugitiva, además de incursiones en otros géneros. La "novia de América" también fue la primera actriz de Hollywood en sumarse al selecto "club de los 20 millones". Hasta su llegada, esa inmensa cifra pagada por actuar en una sola película sólo tenía dueños masculinos.

Tiempo de cambio

El calendario forzó cambios que resultaban inexorables. Roberts no podía ser la heroína romántica del cine de Hollywood para toda la eternidad. La propia actriz vio con claridad que un nuevo tiempo se avecinaba para...

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