la segunda semana, cada vez más lejos

PARIS.- La cancha 1, ese recinto circular también conocido como la Plaza de Toros, fue el escenario de la despedida de los singles argentinos en Roland Garros. Sobre la tierra naranja parisina, casi en el final del quinto día, el último en dejar su huella fue Juan Mónaco, superado por David Ferrer por 6-7 (4-7), 6-3, 6-4 y 6-2, en 3 horas y 13 minutos de intenso combate; Pico se va acompañado por una ovación de pie tras una gran batalla, pero triste, con la certeza de que el esfuerzo no ha bastado para superar una pendiente empinada. De los nueve jugadores de nuestro país, cinco avanzaron a la segunda etapa, y ninguno pudo atravesar este escollo; la segunda semana, allí donde se define todo, en la que se escribe la historia grande, quedó muy lejos.

Ayer, además de Mónaco, les tocó decir adiós a Facundo Bagnis y Carlos Berlocq. El zurdo de Armstrong sufrió la consistencia de su ídolo; Rafael Nadal demostró su gran forma y lo superó sin miramientos por 6-3, 6-0 y 6-3; el de Chascomús ofreció tesón y sudor, recursos con los que superó la qualy y le dio batalla durante un buen rato a David Goffin, aunque el belga, que no en vano es el 13º del ranking, se llevó el pase a la tercera rueda también en sets corridos: 7-5, 6-1 y 6-4.

Por cantidad -9 jugadores, incluidos dos que ingresaron desde la qualy-, la cifra de participantes argentinos en este Roland Garros fue la más alta desde 2009, año en el que desembarcaron 13 jugadores de nuestro país. Pero en los últimos tiempos no se ha llegado lejos en los Grand Slams. Hoy, asoman distantes los cuartos de final que Juan Martín del Potro alcanzó en 2012, o las semifinales de Wimbledon 2013, a cargo también de Delpo; al margen del tandilense, lo mejor fueron los octavos de final que Leonardo Mayer tocó en el All England en 2014.

Sin embargo, del lado de los protagonistas, la mirada es positiva. "Yo creo que el tenis argentino está creciendo. Si te fijás en las estadísticas, somos uno de los países con más jugadores en los Grand Slams. Por ahí falta tener un Top 10, pero el camino que se hace es bueno", consideró Juan Mónaco. Consultado por LA NACION por esta situación, agregó: "Si no tenemos cabezas de serie, puede pasar lo que pasó: a Facundo (Bagnis) le tocó con Nadal; a Pella contra Gilles Simon; a Leo Mayer le tocó Chardy. A veces falta un poco de suerte con los cuadros. Si logramos meternos dentro de los 30 mejores se puede aspirar a algo más; si no...