Los secretos del regalo de Cristina Kirchner a Alberto Fernández

Cristina Kirchner y Alberto Fernández en un acto en La Plata

A veces, si uno analiza, mira con detenimiento o presta atención a los detalles y matices, los hechos intrascendentes o triviales pueden estar cargados de una extraordinaria densidad. Con el acto de conmemoración del 2 de abril, que se realizó el sábado en el Congreso de la Nación, pasa algo así, sobre todo con el regalo que le hizo la vicepresidenta Cristina Kirchner al presidente Alberto Fernández.

Lo primero que hay que destacar de ese acto, es que nos encontramos ahí con una Cristina de muy buen humor y, sobre todo, no enojada. Y ese estado de ánimo parece que le desplegara más la imaginación o la ironía o el sarcasmo. Por ejemplo, empezó burlándose y chicaneando a la vocera del Presidente sobre el regalo de cumpleaños de Alberto Fernández, aun cuando no había sido invitada al festejo. En cambio, sí fue invitado Pepe Mujica, Fernando Lugo, Evo Morales. Pero no la vicepresidenta.

Después, Cristina Kirchner se refirió a Sergio Massa y dijo que le había regalado el mismo libro "al presidente". Así lo nombró a Massa, a quien se le puso la piel de gallina. Pero rápidamente aclaró que se refería al presidente de la Cámara de Diputados. Que Massa no se haga ilusiones. Luego, el diputado veterano de Malvinas que habló durante ese acto, Aldo Leiva, le dijo a Cristina Kirchner: "Para mí Usted es la presidenta y siempre lo va a ser". Es decir, hay como una especie de multiplicación de presidentes, que crecen como hongos, que no le debe gustar demasiado a Alberto Fernández.

Volviendo al tema del libro: ella le regala a Alberto un título que ha sido desde que se publicó un bestseller para aquellos a quienes les interesa la historia, la política y la economía. Se trata de las memorias de Juan Carlos Torre, Diario de una Temporada en el Quinto Piso . El autor es un gran historiador, sociólogo, intelectual que reproduce su experiencia como colaborador e integrante del equipo económico de Juan Vital Sourrouille, durante la presidencia de Raúl Alfonsín. El libro hoy figura como el más vendido por Amazon en español. Es una narración cruzada por reflexiones personales y teóricas, todas del presente aquel. Es un libro que nos muestra lo que él iba escribiendo en aquel momento sobre las dificultades de asentar un programa económico en el terreno de la política argentina.

¿Cuál es la primera curiosidad de este regalo? Algunos dicen en la Casa Rosada que se lo mandó sin dedicatoria. Pero desde la presidencia del Senado contestan que no dedican libros que no hayan escrito. "Bastante que le hizo un regalo", dicen otros. Porque al parecer hay una pequeña ofensa en el universo de Cristina Kirchner que tiene que ver con un mensaje de la primera dama que dice: "Llevo en mi vientre al primer bebé en la historia que nacerá en la quinta de Olivos, es algo histórico". Lo escribió Fabiola Yañez. Se olvidó de que la nieta de Cristina Kirchner, Helena, hija de Florencia, nació en Olivos. Esa nenita es la luz de los ojos de la vicepresidenta, a quien le dedica muchísimo tiempo. Hubo un desperfecto histórico, de los que molestan.

Helena, la hija de Florencia Kirchner, es la luz de los ojos de la vicepresidenta.

Más allá de esto, la ironía está en otro lugar. La vicepresidenta le regala un libro para que entienda cómo funcionaba el equipo económico del que él formó parte, porque durante el gobierno de Alfonsín, Fernández era el subdirector de asuntos jurídicos de ese equipo. Las memorias son del quinto piso, pero él estaba en el séptimo piso y dependía de la directora de asuntos jurídicos que en aquel momento se llamaba Estela Cáceres Monié, casada con un dirigente misionero, luego dirigente porteño, Horacio Calzón Flores. Antes de estar en esa dirección había sido dependiente en la Dirección de Sumarios. Quiere decir que Fernández debería conocer mejor que Cristina como funcionó el equipo de Sourrouille, porque forma parte de una de las etapas de su vida. No sabemos si el regalo incluyó esta ironía o si fue solo una casualidad.

Lo importante es el mensaje, cuando explica por qué eligió ese libro. Tiene que ver con la concepción que tiene de la vida pública el kirchnerismo, pero sobre todo ella. Se trata de una concepción discutible -aún más cuando se la exagera- que consiste en pensar que cualquier receta económica, técnica, es absolutamente trivial, intrascendente y accesoria respecto de la orientación de la política. Se cree entonces que la que manda es la política, que lo que conduce a un gobierno, a un proceso público, es la orientación general que le impone quien lo lidera, y es ahí donde ella le plantea a Alberto Fernández que hay un déficit.

Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa en el Senado por el Aniversario de Malvinas.

Hay una segunda capa en esta idea: cómo se define un liderazgo. Para Cristina Kirchner es a partir de un conflicto de intereses. Para ella, como para el pensamiento de izquierda en general, la política es conflicto y el liderazgo consiste en tomar partido. Acá está lo que ella detecta como déficit en Alberto Fernández. La pregunta es si eso que ella desea sería posible, dado que ella lo eligió con un tuit. Muy probablemente desde el comienzo eso que...

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