Sebastián Contursi: 'Maidana se convenció de lo que puede conseguir'

LAS VEGAS (De un enviado especial).- A los 42 años, el porteño Sebastián Contursi alcanzó el momento cúspide en su fresca carrera como asesor de boxeadores representando a Marcos Maidana desde 2010. Supo combinar el tacto de un ex periodista de boxeo con la apetencia de superación de un joven formado en EE.UU. que supo impactar en el momento justo y oportuno en los conflictos que se suscitaban entre Maidana y su ex manager Mario Margossian.Abrumado por las consultas de turistas recién llegados sin entradas y por el ordenamiento de las credenciales, Contursi hizo un alto en su tarea y dialogó con LA NACION: "Ésta es una gestión comprometida, es difícil negociar con equipos como los de Mayweather, con representantes del MGM o de la empresa de De la Hoya. No voy a decir que es una gestión diplomática ni nada parecido, pero hay que sentarse a hablar con esta gente. Hay, en esta oportunidad, una carta fundamental: Maidana. Después de ganarle a Broner del modo en que lo hizo, se pueden imponer sus pretensiones. Y eso marca el interés de los norteamericanos por tenerlo en cartelera".-¿Maidana tomó conciencia sobre lo que significa esta pelea?-Él es como un niño en estado de dulzura permanente. Le gusta esta pelea y la disfruta como tal. Quizá recién el domingo pasado, en una presentación pública en Los Angeles, se dio cuenta de dónde estaba parado. Los latinos le rogaban que noqueara a Mayweather y respondió, por primera vez, con un auténtico "no duden, le voy a ganar". Se convenció, definitivamente, de lo que puede conseguir.-¿Qué pudo saber del plan que preparan Robert García y Alex Ariza para este combate?-No hace falta saber mucho. Sólo que deberá tener la capacidad para sostener una presión constante y que Mayweather se equivoque. Como le pasó alguna vez con Cotto o con Shane Mosley. Y si ese error se produce en este caso, nuestras posibilidades podrán cristalizarse en una victoria.Apuntes desde Las VegasPrendas de lujoEn el hall central del hotel MGM, tal como si fuese un museo...