Schiavi dijo que no era él sino el ministro De Vido la autoridad de aplicación

No dejó pasar más de un día desde que el fiscal Fernando Arrigo pidiera para él una condena de 10 años y 10 meses de prisión para esbozar su defensa. El ex secretario de Transporte de la Nación, Juan Pablo Schiavi, dijo que no teme ir preso, acusó al fiscal de haberlo sometido a un "linchamiento mediático" y deslindó en el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, la eventual responsabilidad del Estado por la tragedia de Once.

"Ayer el fiscal repitió 36 veces que Schiavi, con nombre y apellido, era la autoridad de aplicación ferroviaria y quien podía rescindir el contrato. Pero el secretario de Transporte no tiene esa facultad. La autoridad de aplicación es el ministro y no el secretario", señaló Schiavi, en diálogo con radio Vorterix.

Arrigo acusó a los 28 imputados en el juicio por la tragedia del 22 de febrero de 2012, en la que murieron 51 personas y cientos resultaron heridas. Pidió 11 años para Ricardo Jaime, antecesor de Schiavi, y penas similares para los hermanos Cirigliano, concesionarios del servicio del tren Sarmiento, y los tres ex interventores de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT). En su alegato el fiscal pidió que se investigue a De Vido.

Tras el accidente, el gobierno le quitó el área de Transporte a De Vido y se la dio al Ministerio del Interior. "Me cansé de hacer pedidos presupuestarios; me dieron el 3,38% del presupuesto que le dieron a Randazzo. Esa no es una decisión del secretario de Transporte. Yo gerencio lo que me dan, con los elementos que tengo", se defendió Schiavi.

"Con la lógica que dio el fiscal ayer, habría que parar todos los trenes de la Argentina. Hoy no podría funcionar ningún tren, porque la lógica es que lo que no esté 10 puntos no puede funcionar".

El ex funcionario criticó a la fiscalía, a la que acusó de "una cercanía rayana en lo impúdico con la defensa del motorman Marcos Córdoba", al que calificó como "el principal responsable". Y agregó: "Este motorman manejó a una velocidad muy superior a los estándares y frenó sin ningún problema. No tocó bocina y entró al doble de la velocidad permitida a la estación Once, y para colmo desconectó el [sistema de] «hombre muerto»".

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