Sarasa argentina: la señal que el mercado no esperaba

Muchos supusieron que, concluido el proceso de renegociación de la deuda, la Argentina empezaría a dejar atrás el infierno tan temido que implicaba el Sin embargo, los resultados hasta ahora han distado de parecerse a aquellos que los más optimistas esperaban. Ni la presión sobre el dólar se atenuó, ni su cotización en los mercados libres se estabilizó, ni el riesgo país bajó lo que se esperaba que bajase. ¿Cuánta es la responsabilidad del Gobierno? Toda.Los pronósticos de la mayoría de los especialistas en mercados financieros conocidos en los últimos meses indicaban que si el Estado argentino avanzaba por el camino de una cesación de pagos unilateral y no arreglaba el pago de la deuda a sus acreedores, al país lo esperaba un sombrío panorama caracterizado por una fuerte devaluación del peso, un súbito proceso de retiro de depósitos bancarios por parte del público, mayores dificultades para que las empresas privadas accedieran al crédito internacional o a la prefinanciación de exportaciones, trabas para la llegada de insumos y piezas importadas por la suspensión de las líneas de crédito para los importadores, y hasta la posibilidad de que las tarjetas de créditos emitidas en la Argentina se tornaran inoperantes para realizar compras en el exterior.La triste realidad es que, dos semanas después de que los nuevos bonos de la exitosa renegociación de la deuda hayan hecho su debut en el mercado, la Argentina está viviendo muchas de esas consecuencias que hubiera generado un default, pese a haber evitado el default.De hecho, el llegó a tocar en los últimos días los 150 pesos -ayer concluyó en 147-; aumentó fuertemente también la cotización del llamado "contado con liquidación", que surge de la operatoria con bonos con el fin de transferir dólares al exterior; y las recientes medidas del Banco Central para profundizar el han hecho que las tarjetas de crédito emitidas localmente sirven cada vez menos en el exterior. En igual sentido, el que a poco de concretarse el canje de deuda, había descendido desde los 2200 puntos hasta un mínimo de 1083, subió de golpe hasta 1392 (un 28,5%), aunque ayer experimentó un alivio que lo dejó en 1356.Es la lamentable paradoja de un país incapaz de brindar señales que inyecten confianza en empresas e inversores y que diariamente ofrece, en boca de sus principales dirigentes, ejemplos de falta de seriedad, de ingenuidad para entender el funcionamiento de los mercados y de voluntarismo asociado...

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