Santos, ante un delicado juego de concesiones para gobernar

BOGOTÁ.- Si en 2010 a Juan Manuel Santos lo eligió la derecha, el domingo pasado lo reeligió la izquierda. Pero ese sector, que apoyó al presidente colombiano sólo por el proceso de paz, tendrá nuevas demandas, que se suman a la oposición que ejercerá el uribismo en el Congreso, lo que coloca al presidente ante un delicado juego de concesiones para garantizar la gobernabilidad.El ex presidente Álvaro Uribe perdió la batalla más importante en el ballottage, pero no la guerra. A pesar de que su candidato, Oscar Iván Zuluaga, fue derrotado por Santos (50,5% contra 45%), el ex mandatario lidera una bancada de 20 senadores, que intentará entorpecer los proyectos oficialistas.Los senadores uribistas, elegidos el 9 de marzo, asumirán el 20 de julio y apuntarán sus dardos al proyecto estrella de Santos: el proceso de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que se lleva adelante en La Habana desde noviembre de 2012."Seremos una fuerza opositora muy firme y constructiva. Vamos a denunciar que no hay transparencia en el diálogo de paz, que es mentira que ese proceso esté avanzado y que los diálogos tal y como van podrían alargarse de manera indefinida si el gobierno no cambia su estrategia", adelantó a la nacion Alfredo Rangel, senador electo del Centro Democrático, el partido de Uribe.De todos modos, será poco lo que podrán hacer las huestes de Uribe frente al proceso que avanza en Cuba. De los seis puntos de la agenda ya se pactaron tres: la participación política de la guerrilla, el conflicto agrario y el tema de las drogas ilícitas y el narcotráfico. Además, la semana pasada se comenzó a tratar el tema de las víctimas."El Centro Democrático no podrá frenar los diálogos. Sólo puede entorpecer la agenda legislativa asociada al proceso y oponerse a un eventual referéndum si se firma la paz", explicó a la nacion el analista político Francisco Miranda.CartaEl proceso de paz fue la gran carta de santos para lograr la reelección. El domingo, los colombianos le dijeron "no" a la línea dura de Uribe y le dieron una nueva oportunidad al presidente para que ponga fin a una guerra de más de medio siglo.La paz fue también el factor que motivó a un amplio sector de la izquierda (como el Polo Democrático, la Unión Patriótica, la Marcha Patriótica y el Partido Verde) a que respaldara a Santos. Un apoyo impensado hace cuatro años, cuando el jefe de Estado ganó las elecciones de la mano de Uribe.Pero todo apoyo tiene sus costos. "Lo más...

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